Corta, entretenida, “anfibia” y por tanto, veraniega ruta por la costa del Término Municipal de Campello.
Entre las urbanizaciones de la Coveta Fumá y las de la Cala d’Or, ha quedado una pequeña elevación montañosa que apenas llega a los 200 metros de altura, libre de edificaciones y en un estado bastante natural.
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Se puede dejar el coche en una zona acotada al principio de la Platja de les Llomes de Reixes, junto a la Punta del Barranc d’Aigües.
Desde ahí es visible el inicio de la senda, que sube un tanto confusa, por el cordal de la sierra hacia la Torre de Reixes.
Imagen hacia atrás durante la subida, desde donde se aprecia la pequeña zona repoblada de pinos sobre una primera meseta elevada, que hace girar al Barranc d’Aigües Baixes y en cuya desembocadura es donde se dejan los coches, cosa a tener en cuenta en caso de posibilidad de lluvias torrenciales en la zona.
Se llega a la Torre de Reixes, una de las muchas torres vigía construidas a lo largo del siglo XVI por toda la costa mediterránea, como parte de un sistema defensivo frente a los ataques desde el mar por parte de piratas berberiscos.
Desde esta torre se enlazaban las señales, normalmente con hogueras, hasta el Castillo de Santa Bárbara, en Alicante capital.
Esta torre circular tiene un diámetro de aproximadamente 8 metros y una altura de unos 10 metros, ya que falta gran parte del muro alrededor del techo y su estado general es bastante ruinoso.
Como era habitual en su diseño, para su autodefensa la puerta de acceso se encuentra a varios metros sobre el nivel del suelo.
Si se quiere visitar, aunque hay poco que ver, se trata de una trepada relativamente sencilla para acceder a su interior, totalmente diáfano y con una abertura en el techo.
Subir y bajar del techo es un poco más complicado, porque no se puede confiar mucho en el estado de las piedras de donde agarrarse.
Imagen desde lo alto de la torre hacia Les Llomes de Reixes.
Tras la visita, se prosigue la ruta dirigiéndose en línea recta hacia el punto más elevado de esta pequeña sierra, los cerca de 200 metros sobre el nivel del mar donde se encuentra el Vértice Geodésico de Rejas.
Vista hacia atrás sobre la Torre de Reixes o Torre d’Aigües, durante la subida al Vértice Geodésico.
Ahora se prosigue sobre la cresta de las lomas por un sendero bien definido.
Al iniciar el descenso por el cordal del otro extremo, el sendero empieza a desdoblarse en varias ocasiones, por lo que se hace un tanto complicado seguir la más correcta.
De todos modos tampoco resulta problemático, ya que el objetivo está a la vista, y hay que utilizar la lógica para seguir el trazado más evidente y descender el cordal.
Imagen de la Urbanización Pueblo Acantilado.
Como se ve en el mapa, el sendero correcto llega hasta una de las calles y se sigue descendiendo por ella.
Al final de la calle hay una rotonda y se deja por el único camino encementado que la abandona.
A media bajada, cambia de dirección y se convierte en un sendero que termina en la costa, a los pies de la primera línea de casas de la Urbanización Pueblo Acantilado.
En un primer momento, se puede circular sobre las piedras que forman una playa.
Se llega a un punto, habitual para los pescadores, donde para continuar ya es imprescindible mojarse los pies durante unos metros.
Para ilustrar estos tramos especiales, se muestran fotografías del Álbum Personal.
Posteriormente se llega a otro punto donde una pared casi vertical cae hasta la línea de la costa, aunque apenas un palmo por debajo, hay una repisa cubierta de algas, pero no muy resbaladiza, sobre la que se puede circular sin mucha dificultad.
Se prosigue nuevamente sobre la línea de piedras acumuladas en la orilla, hasta llegar al nuevo hándicap.
Se trata de un paso similar al anterior, con una repisa a unos centímetros por debajo del nivel del mar, pero con la diferencia, de que como se veía en la foto, había un farallón rocoso que detiene bastante el oleaje y aquí no ocurre.
Por tanto, se está totalmente expuesto al romper de las olas sobre la erosionada y punzante pared rocosa.
Por ello, hay que tener muy en cuenta el estado del mar para la realización de esta ruta, ya que puede resultar muy peligroso, tanto si se es lanzado contra la pared, como si el retroceso del agua, hace perder el equilibrio sobre la estrecha repisa que se está cruzando. Ya que tras ella, la profundidad desciende a varios metros.
A los pocos metros, aparece otro punto en el que la costa hace una especie de canal hacia el acantilado, de varios metros de anchura y poco más de un metro de profundidad, que hay que vadear y realizar una pequeña trepada para salir.
A partir de aquí no hay acumulación de piedras en la costa, por lo que hay que avanzar encaramado a la pared del acantilado.
Tiene la suficiente inclinación y existen continuos puntos de apoyo, por lo que tampoco reviste mucha dificultad sobrepasar este largo tramo.
Imagen de la Costa de Reixes.
Nuevamente aparece la orilla en forma de “playa” de rocas.
Otra imagen ilustrativa del tramo anterior , aunque no es tan complicado como pueda aparentar.
A partir de aquí, ya no es necesario meterse en el agua.
Primero se circula por esta zona de grava.
Esta embarcación debió acabar varada aquí durante un fuerte temporal.
Luego se vuelve a crear una zona de acantilados, pero en esta ocasión, son totalmente verticales y es preferible seguir por la parte superior.
Se sigue por arriba con mucha precaución, hasta que se vea posible el descenso hasta la orilla.
Imagen, similar a las anteriores, del nuevo tramo.
Aparece otro cortado en la orilla, que se vuelve a salvar por la parte superior.
Finalmente se llega al último tramo, pegado al alto acantilado, que enlaza con la Platja de les Llomes de Reixes, y de ahí, al coche.
Recreación distorsionada de la Platja de les Llomes de Reixes, ya que no es una cala redondeada, como aparenta en la imagen, si no que es recta, como se ve en el mapa.
Ruta de 4,81 Km realizada en 180' el 09/07/2014
Entre las urbanizaciones de la Coveta Fumá y las de la Cala d’Or, ha quedado una pequeña elevación montañosa que apenas llega a los 200 metros de altura, libre de edificaciones y en un estado bastante natural.
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Mapa ruta nº 183 Llomes y Costa de Reixes
Mapa ruta nº 183 Llomes y Costa de Reixes
Se puede dejar el coche en una zona acotada al principio de la Platja de les Llomes de Reixes, junto a la Punta del Barranc d’Aigües.
Desde ahí es visible el inicio de la senda, que sube un tanto confusa, por el cordal de la sierra hacia la Torre de Reixes.
Imagen hacia atrás durante la subida, desde donde se aprecia la pequeña zona repoblada de pinos sobre una primera meseta elevada, que hace girar al Barranc d’Aigües Baixes y en cuya desembocadura es donde se dejan los coches, cosa a tener en cuenta en caso de posibilidad de lluvias torrenciales en la zona.
Se llega a la Torre de Reixes, una de las muchas torres vigía construidas a lo largo del siglo XVI por toda la costa mediterránea, como parte de un sistema defensivo frente a los ataques desde el mar por parte de piratas berberiscos.
Desde esta torre se enlazaban las señales, normalmente con hogueras, hasta el Castillo de Santa Bárbara, en Alicante capital.
Esta torre circular tiene un diámetro de aproximadamente 8 metros y una altura de unos 10 metros, ya que falta gran parte del muro alrededor del techo y su estado general es bastante ruinoso.
Como era habitual en su diseño, para su autodefensa la puerta de acceso se encuentra a varios metros sobre el nivel del suelo.
Si se quiere visitar, aunque hay poco que ver, se trata de una trepada relativamente sencilla para acceder a su interior, totalmente diáfano y con una abertura en el techo.
Subir y bajar del techo es un poco más complicado, porque no se puede confiar mucho en el estado de las piedras de donde agarrarse.
Imagen desde lo alto de la torre hacia Les Llomes de Reixes.
Tras la visita, se prosigue la ruta dirigiéndose en línea recta hacia el punto más elevado de esta pequeña sierra, los cerca de 200 metros sobre el nivel del mar donde se encuentra el Vértice Geodésico de Rejas.
Vista hacia atrás sobre la Torre de Reixes o Torre d’Aigües, durante la subida al Vértice Geodésico.
Ahora se prosigue sobre la cresta de las lomas por un sendero bien definido.
Al iniciar el descenso por el cordal del otro extremo, el sendero empieza a desdoblarse en varias ocasiones, por lo que se hace un tanto complicado seguir la más correcta.
De todos modos tampoco resulta problemático, ya que el objetivo está a la vista, y hay que utilizar la lógica para seguir el trazado más evidente y descender el cordal.
Imagen de la Urbanización Pueblo Acantilado.
Como se ve en el mapa, el sendero correcto llega hasta una de las calles y se sigue descendiendo por ella.
Al final de la calle hay una rotonda y se deja por el único camino encementado que la abandona.
A media bajada, cambia de dirección y se convierte en un sendero que termina en la costa, a los pies de la primera línea de casas de la Urbanización Pueblo Acantilado.
En un primer momento, se puede circular sobre las piedras que forman una playa.
Se llega a un punto, habitual para los pescadores, donde para continuar ya es imprescindible mojarse los pies durante unos metros.
Para ilustrar estos tramos especiales, se muestran fotografías del Álbum Personal.
Posteriormente se llega a otro punto donde una pared casi vertical cae hasta la línea de la costa, aunque apenas un palmo por debajo, hay una repisa cubierta de algas, pero no muy resbaladiza, sobre la que se puede circular sin mucha dificultad.
Se prosigue nuevamente sobre la línea de piedras acumuladas en la orilla, hasta llegar al nuevo hándicap.
Se trata de un paso similar al anterior, con una repisa a unos centímetros por debajo del nivel del mar, pero con la diferencia, de que como se veía en la foto, había un farallón rocoso que detiene bastante el oleaje y aquí no ocurre.
Por tanto, se está totalmente expuesto al romper de las olas sobre la erosionada y punzante pared rocosa.
Por ello, hay que tener muy en cuenta el estado del mar para la realización de esta ruta, ya que puede resultar muy peligroso, tanto si se es lanzado contra la pared, como si el retroceso del agua, hace perder el equilibrio sobre la estrecha repisa que se está cruzando. Ya que tras ella, la profundidad desciende a varios metros.
A los pocos metros, aparece otro punto en el que la costa hace una especie de canal hacia el acantilado, de varios metros de anchura y poco más de un metro de profundidad, que hay que vadear y realizar una pequeña trepada para salir.
A partir de aquí no hay acumulación de piedras en la costa, por lo que hay que avanzar encaramado a la pared del acantilado.
Tiene la suficiente inclinación y existen continuos puntos de apoyo, por lo que tampoco reviste mucha dificultad sobrepasar este largo tramo.
Imagen de la Costa de Reixes.
Nuevamente aparece la orilla en forma de “playa” de rocas.
Otra imagen ilustrativa del tramo anterior , aunque no es tan complicado como pueda aparentar.
A partir de aquí, ya no es necesario meterse en el agua.
Primero se circula por esta zona de grava.
Esta embarcación debió acabar varada aquí durante un fuerte temporal.
Luego se vuelve a crear una zona de acantilados, pero en esta ocasión, son totalmente verticales y es preferible seguir por la parte superior.
Se sigue por arriba con mucha precaución, hasta que se vea posible el descenso hasta la orilla.
Imagen, similar a las anteriores, del nuevo tramo.
Aparece otro cortado en la orilla, que se vuelve a salvar por la parte superior.
Finalmente se llega al último tramo, pegado al alto acantilado, que enlaza con la Platja de les Llomes de Reixes, y de ahí, al coche.
Recreación distorsionada de la Platja de les Llomes de Reixes, ya que no es una cala redondeada, como aparenta en la imagen, si no que es recta, como se ve en el mapa.
Ruta de 4,81 Km realizada en 180' el 09/07/2014