SERRA DE LA MOLA

En esta ocasión se recorre la Serra de la Mola, una pequeña formación montañosa que se encuentra situada junto al Río Vinalopó y a poco más de 3 Km. al Noroeste de Novelda.

Se trata de una sierra con un desnivel que apenas supera los 270 metros sobre el lecho del río, con una vegetación formada principalmente por matorral de baja altura, excepto en algunos lugares donde asoman pinadas fruto de la reforestación.

En principio no resulta una ruta demasiado interesante, a no ser por la existencia, en su ladera Oriental, de una pequeña colina sobre la que se encuentra, uno de los conjuntos arquitectónicos más llamativos que se pueden encontrar en las montañas de la provincia de Alicante.

Aquí se encuentra el Castillo de la Mola, fortaleza del siglo XII de origen musulmán, aunque este lugar ya fue utilizado por los romanos por su estratégico emplazamiento sobre el río, desde donde se domina el Valle del Vinalopó, zona de gran importancia por su producción agrícola.

También se encuentra la Ermita de Santa María Magdalena, un precioso y original edificio terminado en 1946, que sustituyó en el cometido de ser el Santuario de la patrona de Novelda, a la antigua Ermita que aquí existía, recordada con un pequeño jardín y una cruz de piedra a las espaldas de la nueva.

Y como contrapunto a estos dos estilos arquitectónicos tan distintos, se encuentra un edificio con su propio encanto que albergaba una Residencia de Retiro Espiritual regentado por las Hermanas Dominicas Oblatas desde 1974. Según parece, la aparente tranquilidad del lugar ha desaparecido, por la gran cantidad de personas que visitan la zona, por lo que es poco adecuado para la relajación espiritual y por tanto, el edificio probablemente será reutilizado para otros fines relacionados con la naturaleza, la cultura y el ocio.

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Mapa ruta nº 76 Serra de la Mola

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Descripción de la ruta

Subiendo por la carretera de acceso, se pasa por la única zona con algo de arbolado y ya se puede disfrutar de la impresionante vista del Santuario. Al llegar a la amplia zona de aparcamiento, se divisa una de las tres impresionantes paredes de la “Torre de las Tres Esquinas”. Construida un par de siglos después que la fortaleza, ya en época cristiana, rompe con el perímetro de la antigua muralla. Su planta de triangulo equilátero le da un halo de misticismo, por los poderes mágicos atribuidos a esta forma geométrica, a la vez que la hace única en Europa.

Dejando la visita del conjunto para el término de la ruta, ahora toca dirigirse hacia el final de la zona de aparcamiento, donde se encuentra este camino de acceso a unas canteras.

Sin entrar en la cantera, se sigue por el camino de tierra que sube por la izquierda y antes de alcanzar la segunda planta de la cantera, se deja en camino de tierra y se empieza a subir la ladera de la izquierda, procurando pisar por la piedra limpia, para no estropear la escasa vegetación, ya que no existe ninguna senda.

Por la cumbre de la montaña se camina por la senda perteneciente a la PRV 311, que partiendo de Novelda también recorre esta sierra.

Desde aquí arriba ya se tiene una visión más completa del conjunto y se pueden apreciar detalles como en perímetro de la muralla del castillo y la torre cuadrada del Homenaje, a la que le falta la cubierta, ya que lo que se ve no es el techo, sino la planta del último piso. También llama la atención la gran cantidad de chumberas que cubren esta cara de la colina.

Estas son las paredes que cortan la cima de la Serra de la Mola por su cara Sur.

Ahora se desciende en dirección Norte siguiendo la cresta de la sierra y viendo al frente, las impresionantes infraestructuras que se están construyendo, para salvar los desniveles del terreno que dificultan el paso del AVE por esta zona.

Vistas sobre la cara Occidental.

Cuando se alcanzar este collado, se sigue por la senda que desciende hacia la izquierda.

Esta senda baja por un pequeño barranco, muy trabajado en otros tiempos con la construcción de innumerables muros de piedra, que forman bancales donde cultivar almendros.

Al llegar al fondo, se junta con otros dos barrancos que bajan de la izquierda, también escalonados con muros pero con más vegetación. La senda termina en una pista forestal, por la que continúa la ruta hacia la izquierda, en dirección Sur.

Caminado por la pista, se observa la aridez del terreno y los muros de piedra que escalonan el barranco que se acaba de recorrer.

Se sigue por el camino de tierra hasta alcanzar este punto, en el que se prosigue la ruta tomando a la izquierda este camino de acceso, a lo que aparentan las ruinas de una casa, con un pino solitario enfrente.

Tras pasar frente a la pequeña caseta, se vuelve a girar a la izquierda, subiendo por una pequeña senda junto a estos muros de piedra, hasta sobrepasarlos, momento en el que hay que desviarse hacia la derecha, en busca de un camino de tierra que sube por la ladera.

Pronto este camino termina en otro más transitado que desciende de cerca de la cima y de una zona reforestada con pinos.

Siguiendo este cómodo camino de vuelta, se distingue la cima de la Sierra de la Mola, al tiempo que se aprecia la cantidad de tierra removida por las canteras y los caminos de acceso a estas.

Cuando se llega a un nuevo cruce, se vuelve a tomar el camino que sube hacia la izquierda y que lleva hasta este collado, desde el cual está clara la dirección a seguir, al frente por un pequeño camino.

A medida que el camino va envolviendo la montaña, aparece al frente la colina coronada de edificios singulares.

Desde esta parte más elevada de la ruta, se pueden observar los acabados de la decoración exterior de la Ermita, en la que destaca principalmente la piedra sin pulir, combinada con ladrillos de arcilla roja y detalles ornamentales de azulejo, siendo también llamativo el hecho de que solo se utiliza la teja roja en la cúpula, por cierto, rematada por una cruz de piedra a la que le falta uno de sus brazos.

La senda continúa circundando la sierra hasta que empieza a descender bruscamente, terminando en el collado que da acceso a la zona de aparcamiento.

Desde la carretera se sigue por esta escalinata de piedra que se adentra en la zona más verde de toda la sierra, en la que se encuentra a un lado una pinada y al otro, toda una gran ladera cubierta de chumberas.

Después de un pequeño descenso, se gira a la izquierda y se empieza a subir en dirección al Santuario.

La escalinata termina en una explanada, en la que se descubre con admiración, una obra fruto del trabajo de un joven ingeniero noveldense llamado José Sala Sala, en el que reflejó la profunda devoción de su pueblo a su patrona y su gran admiración por la obra de Gaudí, patente sobre todo en la fachada, pequeña réplica de la Sagrada Familia de Barcelona.

En la parte posterior se encuentra el Castillo de la Mola y al frente su puerta de acceso, siendo posible su visita mediante cita anticipada.
La carretera de acceso lo rodea, siendo posible recorrer visualmente esta cara de la gruesa muralla y sobre todo, distinguir el agudo ángulo de sillares que forman las esquinas de la torre triangular.

En el camino de regreso al coche, se descubre en este pequeño rincón la Font dels Tres Amics.


Ruta de 5,08 Km realizada en 120' el 25/05/2009