BARRANC DE LES MONGES

Como se ve en el mapa, si el Barranc de les Monges fuese un arroyo, sería un afluente del Barranc dels Arcs, y aunque se unen en término municipal de Elche, prácticamente toda la parte más interesante de su recorrido, se encuentra dentro del término municipal de Aspe.

En el resto de la ruta, se recorre una pequeña sierra, sin nombre concreto, sobre la que se extiende una enorme finca privada, utilizada como coto privado de caza y que se reparte entre los términos municipales de Aspe y Elche.

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Mapa ruta nº 111 Barranc de les Monges

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Descripción de la ruta

Por un estrecho camino asfaltado se llega hasta esta entrada; lugar donde se puede dejar el coche en la cuneta. Desde aquí se inicia la ruta adentrándose por él, hasta que se termina en un pequeño vertedero.

Ahora se sigue por una senda que desciende hacia la izquierda y al llegar a una bifurcación, se prosigue nuevamente por la senda de la izquierda.

A medida que se baja, se puede disfrutar de la frondosa vegetación que cubre el fondo del Barranc de les Monges.

Es evidente que este barranco mantiene normalmente un cierto caudal de agua por esta zona, aunque como se verá más adelante al cruzarlo, es tan escaso, que termina absorbido por el fondo del cauce.

Finalmente la senda lleva hasta este punto, el único por donde se puede cruzar al otro lado, que es por donde continúa esta ruta; siguiendo una estrecha senda que sube el cauce del barranco hacia el Norte.

El fondo del barranco está totalmente cubierto de cañas, por lo que este tramo está impracticable.
Por ello hay que seguir por una serie de sendas que discurren, primero por la ladera y más adelante sobre unos antiguos bancales, ya hace mucho tiempo, abandonados.
Desde esta ladera se aprecia perfectamente que la senda de acceso al barranco, discurre sobre una curiosa repisa natural.

La senda finalmente baja hasta el fondo del cauce, pasando por un paraje realmente impresionante.


Gracias al constante trasiego de ciclistas, en su gran mayoría, las cañas no consiguen cerrar el paso por este tramo.


En este punto, el sendero se convierte en camino de tierra y abandona el barranco, que a partir de esta zona se conoce como Barranco de la Fuente del Hermano.
Durante el recorrido por el Barranc de les Monges, la senda está balizada con marcas blancas-amarillas de alguna PR-V, que como se ve en la imagen, sigue hacia la derecha por una senda, en dirección a Aspe.

La ruta continúa por el camino de tierra, hasta llegar cerca de una casa de campo, junto a cuya verja, desciende hacia la izquierda un pequeño camino que pronto se convierte en sendero.

El sendero termina en una amplia pista forestal bien acondicionada, por la que se sigue hacia la derecha.
Al llegar al cruce de caminos, se encuentra una puerta metálica que cierra el acceso a esta finca particular, por la que se ha estado circulando. Pero como se ve en la imagen, en esta ocasión se puede sobrepasar fácilmente por un lateral, tras lo cual se prosigue hacia la izquierda.

Al poco tiempo, se vuelve a ver otra puerta metálica de las mismas características; prohíbe el paso y avisa de que se trata de una “FINCA PARTICULAR”.
Como es una cosa que no suele intimidar a los senderistas, excepto si se trata de un coto privado en temporada de caza; para la consecución de esta ruta y sobrepasarla con cierta “dignidad”, se ha optado por abandonar la pista forestal, girando a la izquierda por un camino de acceso a unos bancales con arbolado. Hasta alcanzar un coche abandonado, junto al que hay una cadena que corta el camino.
Tras sobrepasarla, se gira a la derecha y se sube un pequeño desnivel, hasta coger nuevamente la pista forestal.

Se continúa ascendiendo por una pista forestal, que al recorrer la cara Norte, está rodeada por una ladera cubierta de pinos, de pequeño tamaño en su mayoría, pero que le dan un verdor muy apreciable a esta zona, normalmente tan árida.
Al llegar al collado, se encuentra un cruce de caminos, desde el que se inicia el descenso, por la pista forestal del centro.

El camino va descendiendo lentamente, pasando junto a bancales que parecen dedicarse a cultivar cereal y a otros plantados de almendros.
También se pasa cerca de la gran masía, centro neurálgico de esta enorme finca.

Se alcanzan varias bifurcaciones, que hay que solventar siguiendo las indicaciones del mapa.

Se circula hacia el Sur y al frente, empiezan a asomar sobre la montaña, las Antenas de Castro.

La pista forestal termina degradándose hasta convertirse en una senda que discurre paralela al cauce de un barranco.
Un poco más adelante, termina por desembocar en el fondo.
Se circula sin ninguna dificultad por el barranco, hasta llegar a una pista forestal reforzada con hormigón.

Ahora se gira a la izquierda y se empieza el retorno al ascender la pista forestal en dirección Norte.
Después de la corta subida, termina el hormigón y la pista discurre, en buenas condiciones y sin apenas desnivel.

Es muy difícil encontrarse con esta impresionante imagen, dos serpientes copulando.

Mirando hacia atrás, se descubre esta imagen sobre la Sierra de Castro, en cuya cara Norte, existe una pequeña concentración de pinos.

El circular por la pista forestal es un simple paseo, disfrutando de las vistas y tan solo se encuentran como curiosidades, una casa cueva a la izquierda, aparentemente en restauración.
Y un poco más adelante, un antiguo refugio de piedra a la derecha, que se encuentra en relativas buenas condiciones.

Finalmente se llega a una cerrada curva a la derecha, que dirige definitivamente la pista forestal hacia el Sur.

En este punto, se encuentra el inicio de una senda, perfectamente visible y que lleva hasta la base de una gran balsa, donde pasa otra pista forestal.

En este punto se coincide con la ruta nº 110, pero para no coincidir la subida de esta, con el descenso de la que ahora se está realizando, hay que dirigirse un poco hacia la izquierda, para localizar otra bajada.

Por esta senda que se inicia el descenso, es realmente el principio de un circuito preparado para realizar saltos.

El circuito está formado por varias parejas de rampas de subida y bajada, peraltes e incluso alguna rampa desde la que hay que caer sobre el desnivel natural de la senda.

Este cráneo colgado del tronco de un eucalipto, puede ser o es un excelente símbolo de este descenso, ya que hay que estar como una auténtica cabra para realizar estos arriesgados saltos.

En este punto se encuentra el cruce de las dos sendas que recorren esta ladera.
El circuito de saltos sigue al frente, pero como es la que se utilizó en la ruta nº 110, para variar, en esta ocasión se prosigue por la que gira a la izquierda.

De todas formas, se trata de una senda muy válida para bajarla también en bicicleta.

Al llegar al fondo del Barranc de les Monges, se gira a la izquierda y se inicia el recorrido por su cauce.

Después de un corto tramo por el barranco, el tránsito por él se hace muy complicado, por la frondosa vegetación que lo cubre. Por ello es recomendable abandonarlo por la derecha en este punto.

Se recorre este tramo siguiendo una pequeña repisa por esta ladera.

Un poco más adelante, el cauce se ve ya algo más despejado, por lo que siguiendo como referencia un par de tuberías flexibles que lo cruzan, se desciende nuevamente hasta el fondo del barranco.
A partir de aquí se circula por un tramo de barranco de una gran belleza, por la gran cantidad de vegetación que lo cubre, pero que no llega a molestar demasiado.

Imagen del barranco.

Otra imagen del barranco.

Finalmente el barranco de abre un poco y se circula por una senda que corre por su ladera izquierda, hasta llegar a un punto en el que se ve un paso, entre la vegetación, que cruza al otro lado.

Hasta llegar a un punto en el que se ve un paso, entre la vegetación, que cruza al otro lado.

Se continúa por esta ladera de la derecha, hasta encontrar de nuevo la senda que se ha utilizado al principio de la ruta, para bajar al barranco y que ahora se utiliza para regresar al punto de partida.



Ruta de 13,29 Km realizada en 220' el 02/06/2011