SIERRA DE LA HORNA

La Sierra de la Horna o Serra de l’Alforma es una estrecha y larga elevación del terreno, de apenas 200 metros de desnivel sobre la llanura circundante, situándose su punto más elevado (515 m), en su extremo Sur.

Con una orientación de Nord-Oeste a Sur-Este, se encuentra a poco más de 2 kilómetros al Oeste de Aspe, a cuyo término municipal pertenece la mayor parte de su superficie. Siendo la mitad de la cara Norte de Novelda y una porción del extremo Occidental de La Romana.

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Mapa ruta nº 109 Sierra de la Horna

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Descripción de la ruta

El camino asfaltado que recorre la urbanización, termina en una pequeña explanada; al final de la cual empieza una senda por donde se inicia la ruta.

Enseguida se encuentra una bifurcación, pero hay que seguir por la senda de la derecha, que es la que sube por la ladera.
Un poco más arriba, se une a otra y se dirige, mucho más clara, hacia el collado.

Desde el collado, ya se distinguen los amplios bancales hacia los que hay que encaminarse.

En este punto, se gira a la izquierda por una senda algo visible, pero que pronto se desvanecerá entre la vegetación.
Se cruza por donde se pueda un barranco, en el que se encuentran muros de piedras formando bancales escalonados.

Al otro lado, se vuelve a localizar una senda que se dirige hacia los bancales.

Cuando se llega al camino de tierra que los circunda, se sigue hacia la derecha.
Al llegar al cruce, se continúa hacia la izquierda.

Este camino de tierra discurre entre una pequeña loma y los amplios bancales.

En este punto existe una puerta metálica, en esta ocasión abierta, por lo que se cruza.
En caso de encontrarla cerrada, se puede seguir por la senda que se ve a la derecha, ya que más adelante, se vuelve a unir con este mismo camino de tierra.

El camino de tierra gira a la izquierda y se dirige hacia la falda de la sierra.

Como se ve en el mapa, al llegar junto a una gran balsa triangular, se continúa por el camino de tierra que sigue paralelo a la falda de la sierra.
Al tratarse de la cara Norte, se encuentra más poblada de vegetación y existe una franja de pinos bastante importante.

Más adelante, se circula por entre la pinada, lo que le da un poco de frescor a la ruta y la hace mucho más agradable.

Como se puede apreciar en la foto, se llega a un punto, en el que el camino está cerrado por una puerta metálica, por lo que para sortearla, hay que seguir por la senda que se aprecia a la izquierda.

Aunque existe una valla, no es necesario saltarla, ya que termina en el punto que se ve en la imagen, no muy lejos de la puerta.

Una vez sobrepasada la valla, se vuelve al camino de tierra y se sigue por él unos metros, hasta encontrar este otro camino a la izquierda.

Cuando termina, se continúa por una especie de sendero que lleva hasta un gran sifón.

De él parte este pequeño canal elevado, hecho con medias tuberías de uralita.
Ahora hay que seguirlo.

Finalmente se cruza con una pista forestal, que se dirige hacia la cumbre de la sierra, y es por donde continúa la ruta.

Pronto se descubre esta cantera inclinada, que llega hasta la cumbre de la sierra y que se encuentra en la porción de sierra que pertenece a La Romana.

Vistas sobre la cantera, que aparenta estar abandonada.

Aquí no hay otro sitio por donde pasar, pero esta cresta es lo suficientemente ancha como para circular sin peligro. Pero es evidente que hay que hacerlo con mucha precaución y cuidado, para evitar un tropiezo o resbalón; además la sensación de vértigo, puede afectar a personas no acostumbradas a estas correrías.

Luego se irán encontrando tramos de cresta más o menos complicados, todo depende de lo que a cada uno le guste más.
Si se quiere más tranquilidad, se puede circular por la ladera de la derecha.
En cambio, si lo que se quiere es más emoción y unas vistas espectaculares sobre la más vistosa cara Norte (a la izquierda), se puede andar sobre la estrecha cresta rocosa que en muchas ocasiones corona esta sierra.

Se trata de una travesía de más de 3 kilómetros por esta alargada cresta, hasta la peña que crea la cima más elevada de esta sierra.

Más o menos hasta este punto que se ve en la imagen, se ha estado circulando por el límite entre los términos municipales de Novelda a la izquierda y después de pasar el Alt de Guiloc, Aspe a la derecha.
Por cierto, frontera delimitada no por mojones de piedra como normalmente, sino por gruesas barras de hierro clavadas en la roca.
A partir de aquí, todo lo que queda de Sierra de la Horna, pertenece a Aspe.

Siguiendo la cresta, se llega a esta protuberancia rocosa que se sobrepasa trepando, sin excesiva dificultad, por la brecha que se ve en el centro.

Cada vez están más cerca, dos de las peñas que coronan el extremo Sur de la Serra de l’Alforma, aunque la que se ve a la izquierda, más baja, no se visita en esta ruta.

Ya queda un último esfuerzo hasta alcanzar la base de esta roca, por donde se pueda, ya que no hay senda definida.

Desde aquí, puede entrar la tentación de escalar esta pared, aparentemente accesible por la grieta central, sin necesidad de material de escalada. Pero además del evidente peligro, no tiene sentido para esta ruta, ya que no se trata de la cima de la sierra y además resulta aún más complicado de bajar por el otro lado.

Por tanto, lo que hay que hacer es retroceder un poco y buscar una especie de senda que, entre una espesa vegetación, rodea este pequeño peñasco y sube hasta una brecha en la cresta, por donde se cruza a la cara Sur.

Desde esta cara no se puede acceder a la cima, porque está cortada por una pared vertical de roca, que aunque no muy alta, lo suficiente como para no tener ninguna necesidad de arriesgarse a escalarla en algún punto en concreto.

Ya que una vez rodeada por completo y alcanzada la cara Este, se llega a un cruce se sendas, desde donde sale una a la izquierda, que accede fácilmente a la parte más alta de la montaña.

Una vez allí, se descubre una cima formada por una amplia meseta inclinada hacia el Norte. Por lo que el punto más elevado (515 metros) se encuentra en el borde Sur.

Tras la visita a la cima, se regresa por la misma senda hasta el cruce y se empieza a descender en busca de una senda, al principio no muy clara, pero que más abajo se distingue con suficiente claridad y que baja hasta un camino asfaltado.
Desde aquí ya se distingue el lugar donde se ha dejado el coche.

Una vez en el camino asfaltado, se continúa hacia la izquierda.

El camino asfaltado pronto se convierte en tierra y al llegar a esta curva, se sigue recto por una senda que pasa por delante de la caseta abandonada, junto a la que se puede aparcar el coche.










Ruta de 8,51 Km realizada en 200' el 28/04/2011