En esta ruta se recorren ambas caras de la Serra d’Almudaina.
La Norte pertenece en su mayoría al Término Municipal de Almudaina, del cual coge su nombre, aunque también la parte más Oriental recae sobre territorio de Benialfaquí.
En cambio la cara Sur depende del municipio de Balones, si bien el extremo Occidental se reparte en dos porciones desiguales entre Millena y Benillup.
Esta ruta se inicia en el pequeño municipio de Balones. Se encuentra situado en la cara Sur de la Serra d'Almudaina, que crea con la cara Norte de la Serra de Serrella, el Vall de Seta, nombre del río que corre entre ambas y que conforman un impresionante valle muy poco conocido y poblado, gracias en parte a las difíciles comunicaciones que ha tenido durante mucho tiempo.
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Al tratarse de una población muy pequeña enclavada en la ladera de la montaña, Balones tiene pocas zonas de aparcamiento, por lo que lo más fácil es dejar el coche en una explanada junto a una cooperativa agrícola que se encuentra junto a la carretera.
Se inicia la ruta recorriendo la carretera hasta llega a un acceso a la izquierda, tras sobrepasar el Barranc de les Coves. Se trata de un camino asfaltado que pasa junto a una enorme nave abandonada y que empieza a subir moderadamente entre infinidad de bancales de almendros muy bien cuidados.
Vista de Balones.
Al llegar a este punto, se abandona el camino asfaltado por la izquierda y se prosigue por un camino de tierra que es el acceso a más bancales de almendros y a un campo de tiro, por lo que hay que ir con precaución y no salirse del camino.
Al sobrepasar los bancales, se cruza por una zona recientemente arrasada por un incendio forestal que ha llegado por la ladera de la derecha y afortunadamente ha parado frente a una pequeña pinada, de las pocas que existen en esta sierra.
Se pasa bajo un gran pino y un poco más adelante, el camino de tierra se convierte en un sendero.
Tras sobrepasar el pequeño pinar, inicia un ascenso cómodo hacia la cumbre por la ladera de esta pelada sierra.
Detalle de una cueva-refugio que queda a la derecha.
El sendero llega hasta unos pequeños bancales y se continúa ascendiendo por la pista forestal que accede a ellos.
Como se ve en el mapa, se llega hasta la pista forestal que recorre toda la cumbre de la sierra y se prosigue hacia la izquierda.
Al llegar a una bifurcación se gira a la derecha, hacia el Alt de la Casa de la Neu (1.011 m.), uno de los puntos más elevados de la Sierra de Almudaina.
Aquí arriba se descubre que el poco arbolado que habría tenido en otros tiempos, ha sucumbido pasto de los incendies forestales, como demuestra la cantidad de pinos caídos y otros arbustos, con las bases de los troncos quemados.
Hay que ir atentos a la izquierda para localizar la senda, marcada con un pequeño montón de piedras, por la que se inicia el descenso hacia la cara Norte.
Se trata de una senda no muy ancha pero cómoda de transitar, ya que el desnivel es muy liviano, gracias a la gran distancia que se recorre.
Al tratarse de la cara de la umbría, cabría esperar un entorno más frondoso, pero en cambio domina un paisaje bastante desolador, ya que parte de esta vertiente, salvo alguna excepción, se encuentra cubierta de grandes troncos de pino tumbados, aparentemente víctima de los incendios forestales.
La senda termina su trazado hacia el Este y tras un zigzag continúa descendiendo ahora hacia el Oeste.
En este punto, hacia el Este se descubre que la invariable ladera Norte, un poco más adelante se vuelve mucho más agreste y atractiva.
La senda sigue descendiendo lentamente, sin ninguna dificultad, ni técnica, ni física, hasta que por fin se adentra entre un pequeño grupo de grandes pinos que siguen en pie.
Aunque entre medias también se encuentran ejemplares derribados, y lo más curioso, otros cuyos troncos están partidos por la mitad, cuya explicación más probable sea por el peso de la nieve acumulada.
La ladera vuelve a despejarse y permite ver algo de rocas, acantilados y bosque, en esta sierra hasta ahora bastante monótona.
Por fin la senda se adentra en un magnífico bosque de pinos, bastante antiguo por el gran tamaño de los ejemplares que cubren esta zona.
Al acercarse a las altas paredes rocosas de estos acantilados, llama la atención un agujero, bastante cuadrado para ser natural, pero a mucha altura del suelo, que lo hace inaccesible a no ser que se vaya equipado con material de escalada.
Al cruzar este bosque, también se ven muchos ejemplares derribados, algunos de ellos de raíz, o partidos por la mitad, seguramente producto de grandes tormentas o nevadas. También es probable que algunos de ellos, debido a su edad, hayan muerto por alguna enfermedad y sus troncos se hayan debilitado y sucumbido a la carcoma.
Termina el bosque y se inicia el descenso.
Vista de Almudaina, rodeada de bancales de almendros y principalmente cerezos.
Durante el descenso, la senda se divide varias veces, pero hay que bajar por una pedrera que se mete en el pequeño barranco y termina sobre unos bancales.
Como se ve en el mapa, una vez en los bancales se sigue por el camino de acceso hasta llegar a un camino asfaltado, por el que se prosigue hacia la izquierda.
El camino asfaltado llega hasta otro cruce en el que se vuelve a coger el camino de la izquierda. Se pasa junto al muro de alguna vivienda, junto al pequeño cementerio y finalmente se alcanza la parte alta de Almudaina.
Se trata de un pequeño municipio, aun menor que Balones, ya que apenas pasa del centenar de habitantes y al igual que este, su origen es morisco.
Apenas se entra al pueblo, se encuentra a la izquierda la cuesta del Calvario, flanqueada por enormes cipreses, que tras varios zigzags con escalones, lleva hasta las puertas de la Ermita del Santísimo Cristo del Socorro o del Milagro, como también es conocida.
Como se puede ver en la imagen, se trata de una pequeña edificación de culto con planta octogonal con lados desiguales y la sacristía cuadrangular adosada a la parte derecha.
Los alrededores han sido modificados y acondicionados recientemente, ya que anteriormente se pasaba a la parte posterior de la ermita por la izquierda y ahora, se ha creado una explanada en la parte trasera, a la que se accede más fácilmente por la parte de la derecha.
Para continuar la ruta, se pasa tras la ermita y se sigue por un camino de tierra que accede a unos bancales de cerezos, tras los cuales se encuentra una pedrera donde se distingue una senda que empieza a ascender por esta ladera, también cubierta solamente por matorral.
La senda va subiendo, sin mucha dificultad, aunque en alguna ocasión puede perderse un poco de vista.
El único punto de duda puede llegar en la bifurcación de la imagen, en la que se tiene la opción de la derecha, que sube directamente a la cumbre o la de la izquierda, que sube con más rodeo y menos desnivel, pero que además llega hasta el próximo objetivo, el Pou de Neu de Almudaina o la Caseta de la Neu.
Se trata de un pequeño nevero, bastante escondido, al que se llega tras una bifurcación a la izquierda de la senda por la que se subía.
Se encuentra bastante derruido y en su interior crece un cerezo, todo un símbolo de esta comarca de El Comptat.
Tras la visita se regresa por la misma senda hasta la bifurcación y a continuación se sigue ascendiendo hasta que se llega a una pista forestal, por la que se sigue hacia la cumbre.
Finalmente se enlaza con la pista principal que recorren toda la cumbre de la Serra d’Almudaina, en un punto en el que al frente se tiene la cima más elevada de esta sierra con 1.017 metros, pero que tampoco tiene el más mínimo interés acercarse hasta él.
Ahora se gira a la derecha y toca un largo y monótono trayecto por una pista forestal que discurre sobre una sucesión de cumbres, redondeadas y cubiertas tan solo por matorral, en el que tan solo destaca algún pino solitario, por lo que tiene muy poco interés paisajístico.
Hasta que finalmente se llega al Vértice Geodésico de la Loma Redonda (983 m.).
Vista desde la Lloma Redona hacia el Este.
Tras la visita al vértice geodésico, se regresa por el mismo camino hasta llegar a un cruce, por el que se gira a la derecha, iniciando el descenso hacia la cara Sur de la sierra.
En un principio se trata de una pista forestal, pero pronto se divide en dos senderos. Como se ve en el mapa, se sigue el sendero de la izquierda.
El sendero pasa entre unos pequeños bancales, lugar donde se enlaza con un camino de tierra, que un poco más adelante se adentra en una zona cubierta de pinos, cosa que se agradece.
Se sigue descendiendo hasta que termina la pinada, lugar en el que existen unos bancales.
En el segundo se aprecia la señal, a no ser que esté recién labrado, de una senda hacia la izquierda por donde se sigue.
Finalmente se llega a un camino hormigonado que desciende entre almendros.
Llega hasta un camino asfaltado por el que se continúa hacia la izquierda.
El camino asfaltado llega hasta un barranco, en el que hay un par de casetas y de la inferior sale el grifo de una fuente.
Desde aquí se sigue por el camino de tierra.
El camino de tierra en algunos puntos se convierte en senda, para a continuación volver a ensancharse hasta que finalmente llega a un camino asfaltado, por el que se prosigue hacia la izquierda.
Este camino asfaltado lleva hasta la parte alta de Balones y de aquí al punto donde se ha dejado el coche.
Ruta de 20,75 Km realizada en 380' el 24/03/2012
La Norte pertenece en su mayoría al Término Municipal de Almudaina, del cual coge su nombre, aunque también la parte más Oriental recae sobre territorio de Benialfaquí.
En cambio la cara Sur depende del municipio de Balones, si bien el extremo Occidental se reparte en dos porciones desiguales entre Millena y Benillup.
Esta ruta se inicia en el pequeño municipio de Balones. Se encuentra situado en la cara Sur de la Serra d'Almudaina, que crea con la cara Norte de la Serra de Serrella, el Vall de Seta, nombre del río que corre entre ambas y que conforman un impresionante valle muy poco conocido y poblado, gracias en parte a las difíciles comunicaciones que ha tenido durante mucho tiempo.
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Mapa ruta nº 131 Serra d'Almudaina
Mapa ruta nº 131 Serra d'Almudaina
Al tratarse de una población muy pequeña enclavada en la ladera de la montaña, Balones tiene pocas zonas de aparcamiento, por lo que lo más fácil es dejar el coche en una explanada junto a una cooperativa agrícola que se encuentra junto a la carretera.
Se inicia la ruta recorriendo la carretera hasta llega a un acceso a la izquierda, tras sobrepasar el Barranc de les Coves. Se trata de un camino asfaltado que pasa junto a una enorme nave abandonada y que empieza a subir moderadamente entre infinidad de bancales de almendros muy bien cuidados.
Vista de Balones.
Al llegar a este punto, se abandona el camino asfaltado por la izquierda y se prosigue por un camino de tierra que es el acceso a más bancales de almendros y a un campo de tiro, por lo que hay que ir con precaución y no salirse del camino.
Al sobrepasar los bancales, se cruza por una zona recientemente arrasada por un incendio forestal que ha llegado por la ladera de la derecha y afortunadamente ha parado frente a una pequeña pinada, de las pocas que existen en esta sierra.
Se pasa bajo un gran pino y un poco más adelante, el camino de tierra se convierte en un sendero.
Tras sobrepasar el pequeño pinar, inicia un ascenso cómodo hacia la cumbre por la ladera de esta pelada sierra.
Detalle de una cueva-refugio que queda a la derecha.
El sendero llega hasta unos pequeños bancales y se continúa ascendiendo por la pista forestal que accede a ellos.
Como se ve en el mapa, se llega hasta la pista forestal que recorre toda la cumbre de la sierra y se prosigue hacia la izquierda.
Al llegar a una bifurcación se gira a la derecha, hacia el Alt de la Casa de la Neu (1.011 m.), uno de los puntos más elevados de la Sierra de Almudaina.
Aquí arriba se descubre que el poco arbolado que habría tenido en otros tiempos, ha sucumbido pasto de los incendies forestales, como demuestra la cantidad de pinos caídos y otros arbustos, con las bases de los troncos quemados.
Hay que ir atentos a la izquierda para localizar la senda, marcada con un pequeño montón de piedras, por la que se inicia el descenso hacia la cara Norte.
Se trata de una senda no muy ancha pero cómoda de transitar, ya que el desnivel es muy liviano, gracias a la gran distancia que se recorre.
Al tratarse de la cara de la umbría, cabría esperar un entorno más frondoso, pero en cambio domina un paisaje bastante desolador, ya que parte de esta vertiente, salvo alguna excepción, se encuentra cubierta de grandes troncos de pino tumbados, aparentemente víctima de los incendios forestales.
La senda termina su trazado hacia el Este y tras un zigzag continúa descendiendo ahora hacia el Oeste.
En este punto, hacia el Este se descubre que la invariable ladera Norte, un poco más adelante se vuelve mucho más agreste y atractiva.
La senda sigue descendiendo lentamente, sin ninguna dificultad, ni técnica, ni física, hasta que por fin se adentra entre un pequeño grupo de grandes pinos que siguen en pie.
Aunque entre medias también se encuentran ejemplares derribados, y lo más curioso, otros cuyos troncos están partidos por la mitad, cuya explicación más probable sea por el peso de la nieve acumulada.
La ladera vuelve a despejarse y permite ver algo de rocas, acantilados y bosque, en esta sierra hasta ahora bastante monótona.
Por fin la senda se adentra en un magnífico bosque de pinos, bastante antiguo por el gran tamaño de los ejemplares que cubren esta zona.
Al acercarse a las altas paredes rocosas de estos acantilados, llama la atención un agujero, bastante cuadrado para ser natural, pero a mucha altura del suelo, que lo hace inaccesible a no ser que se vaya equipado con material de escalada.
Al cruzar este bosque, también se ven muchos ejemplares derribados, algunos de ellos de raíz, o partidos por la mitad, seguramente producto de grandes tormentas o nevadas. También es probable que algunos de ellos, debido a su edad, hayan muerto por alguna enfermedad y sus troncos se hayan debilitado y sucumbido a la carcoma.
Termina el bosque y se inicia el descenso.
Vista de Almudaina, rodeada de bancales de almendros y principalmente cerezos.
Durante el descenso, la senda se divide varias veces, pero hay que bajar por una pedrera que se mete en el pequeño barranco y termina sobre unos bancales.
Como se ve en el mapa, una vez en los bancales se sigue por el camino de acceso hasta llegar a un camino asfaltado, por el que se prosigue hacia la izquierda.
El camino asfaltado llega hasta otro cruce en el que se vuelve a coger el camino de la izquierda. Se pasa junto al muro de alguna vivienda, junto al pequeño cementerio y finalmente se alcanza la parte alta de Almudaina.
Se trata de un pequeño municipio, aun menor que Balones, ya que apenas pasa del centenar de habitantes y al igual que este, su origen es morisco.
Apenas se entra al pueblo, se encuentra a la izquierda la cuesta del Calvario, flanqueada por enormes cipreses, que tras varios zigzags con escalones, lleva hasta las puertas de la Ermita del Santísimo Cristo del Socorro o del Milagro, como también es conocida.
Como se puede ver en la imagen, se trata de una pequeña edificación de culto con planta octogonal con lados desiguales y la sacristía cuadrangular adosada a la parte derecha.
Los alrededores han sido modificados y acondicionados recientemente, ya que anteriormente se pasaba a la parte posterior de la ermita por la izquierda y ahora, se ha creado una explanada en la parte trasera, a la que se accede más fácilmente por la parte de la derecha.
Para continuar la ruta, se pasa tras la ermita y se sigue por un camino de tierra que accede a unos bancales de cerezos, tras los cuales se encuentra una pedrera donde se distingue una senda que empieza a ascender por esta ladera, también cubierta solamente por matorral.
La senda va subiendo, sin mucha dificultad, aunque en alguna ocasión puede perderse un poco de vista.
El único punto de duda puede llegar en la bifurcación de la imagen, en la que se tiene la opción de la derecha, que sube directamente a la cumbre o la de la izquierda, que sube con más rodeo y menos desnivel, pero que además llega hasta el próximo objetivo, el Pou de Neu de Almudaina o la Caseta de la Neu.
Se trata de un pequeño nevero, bastante escondido, al que se llega tras una bifurcación a la izquierda de la senda por la que se subía.
Se encuentra bastante derruido y en su interior crece un cerezo, todo un símbolo de esta comarca de El Comptat.
Tras la visita se regresa por la misma senda hasta la bifurcación y a continuación se sigue ascendiendo hasta que se llega a una pista forestal, por la que se sigue hacia la cumbre.
Finalmente se enlaza con la pista principal que recorren toda la cumbre de la Serra d’Almudaina, en un punto en el que al frente se tiene la cima más elevada de esta sierra con 1.017 metros, pero que tampoco tiene el más mínimo interés acercarse hasta él.
Ahora se gira a la derecha y toca un largo y monótono trayecto por una pista forestal que discurre sobre una sucesión de cumbres, redondeadas y cubiertas tan solo por matorral, en el que tan solo destaca algún pino solitario, por lo que tiene muy poco interés paisajístico.
Hasta que finalmente se llega al Vértice Geodésico de la Loma Redonda (983 m.).
Vista desde la Lloma Redona hacia el Este.
Tras la visita al vértice geodésico, se regresa por el mismo camino hasta llegar a un cruce, por el que se gira a la derecha, iniciando el descenso hacia la cara Sur de la sierra.
En un principio se trata de una pista forestal, pero pronto se divide en dos senderos. Como se ve en el mapa, se sigue el sendero de la izquierda.
El sendero pasa entre unos pequeños bancales, lugar donde se enlaza con un camino de tierra, que un poco más adelante se adentra en una zona cubierta de pinos, cosa que se agradece.
Se sigue descendiendo hasta que termina la pinada, lugar en el que existen unos bancales.
En el segundo se aprecia la señal, a no ser que esté recién labrado, de una senda hacia la izquierda por donde se sigue.
Finalmente se llega a un camino hormigonado que desciende entre almendros.
Llega hasta un camino asfaltado por el que se continúa hacia la izquierda.
El camino asfaltado llega hasta un barranco, en el que hay un par de casetas y de la inferior sale el grifo de una fuente.
Desde aquí se sigue por el camino de tierra.
El camino de tierra en algunos puntos se convierte en senda, para a continuación volver a ensancharse hasta que finalmente llega a un camino asfaltado, por el que se prosigue hacia la izquierda.
Este camino asfaltado lleva hasta la parte alta de Balones y de aquí al punto donde se ha dejado el coche.
Ruta de 20,75 Km realizada en 380' el 24/03/2012