Pequeña zona montañosa situada al Oeste de la comarca del Sur de la Provincia de Alicante de la Vega Baja.
A diferencia de la Sierra del Cristo que tiene al Norte y la Sierra Escalona situada al Sur, con una configuración alargada y estrecha de Este a Oeste; la Sierra de Pujálvarez tiene una forma indeterminada, con una cara Oriental bastante inclinada en contrapartida con el resto que va descendiendo lentamente, ocupando un amplia área a pesar de su pequeña altura.
Posee un importante valor ecológico, en el que se combinan una agricultura sostenible de bancales de almendros de secano, ocupando la cuenca de sus numerosos barrancos, con pinares en las caras de umbría y monte-bajo en las de solana.
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Aunque hay bastantes entradas a lo largo de la carretera que recorre el Norte de la Sierra de Pujálvarez, la gran mayoría están cerradas por cadenas, excepto por el momento, la que accede al caserío abandonado de la finca de la Ermita de los Remedios.
Una vez aparcado el coche se cruza la carretera y se empieza a subir por un camino de tierra que aparece un poco más adelante.
El camino de tierra va subiendo hasta enlazar con una pista forestal que recorre toda esta ladera de la sierra. Al final de la jornada se volverá por un sedero que desciende, pero ahora se prosigue hacia la derecha.
Se continúa por ella hasta llegar a un cruce en el que una bifurcación prosigue al frente y aparece otra pista forestal a la izquierda.
Esta pista forestal va ascendiendo hasta que cruza un collado y empieza a descender junto a unos bancales abandonados.
Más adelante se empieza a subir siguiendo por la izquierda unos bancales trabajados plantados de almendros.
El objetivo es alcanzar el cordal de la sierra que corre a la izquierda, no existe ninguna senda definida, por tanto, en el momento que se vea claro, hay que iniciar el ascenso.
Esta ladera es la típica de cara de umbría, con bastantes pinos de mediano tamaño y un sotobosque tupido tan solo en algún punto, por lo que no es difícil de sortear.
Una vez en el cordal se descubren los inmensos campos de cítricos de la finca Los Canónigos.
No hay ningún problema para seguir esta cresta, que va subiendo lentamente y sin ninguna dificultad técnica.
Como se irá descubriendo más adelante, en esta sierra es muy común la caza de perdiz con reclamo.
Aunque hay de varias formas, esta de la imagen es la más elaborada vista hoy.
En primer término se ve el pulpitillo. Se trata de un apilamiento de piedras en forma de hito, para elevar la jaula con la perdiz del suelo y posteriormente se recubre y camufla con vegetación, con lo que sus congéneres tan solo oyen su canto, al que acuden.
Un poco más atrás se distingue el puesto de caza, normalmente construido con un apilamiento circular de piedras, camuflado con vegetación y ramas de pino, con una altura que permita esconderse al cazador, dejando al frente un pequeño hueco llamado tronera, por donde vigila el pulpitillo y se dispara sobre la perdiz que ha acudido al reclamo.
Fotografías de distintos puestos de caza y pulpitillos de esta sierra.
Imagen de la Sierra de Pujálvarez y los bancales de cítricos.
Se llega a un corte artificial en la cresta por donde cruza una pista forestal de una cara de la sierra a la otra.
Se baja a la pista forestal y se tiene por la cara Norte el camino por donde se regresará.
Para continuar ahora, se sube por donde se pueda a buscar nuevamente la cresta de la sierra.
Se sigue ascendiendo tranquilamente sin ninguna dificultad, en esta ocasión con una cara Oeste bastante pelada y una cara Este con bastante pinar.
Más adelante se llega a una zona despejada donde se alimenta, y se acechan principalmente a las perdices, en esta ocasión desde un puesto de caza en forma de pequeña cabaña de pales de madera, camuflados con vegetación de la zona y hojas de palmera.
Se continúa cresteando o por donde apetezca hasta llegar a un pico algo más pronunciado. Es mejor acometerlo rodeándolo por la derecha, por una especie de sendero que lleva hasta una zona despejada de vegetación por donde se puede subir trepando un poco.
Una vez arriba se tiene esta interesante vista de la Sierra de Pujálvarez.
Se prosigue por la cresta, sobrepasando algún collado, pero sin problemas.
A la izquierda de descubre el Embalse de la Pedrera.
A diferencia de la cara Oeste que cae bastante vertical y corta, la cara Este desciende más lentamente y cubre un terreno mucho más extenso, donde como se ve en la imagen, se combinan los bancales de almendros con los pinares.
En el punto más elevado de la Sierra de Pujálvarez (340 m.) se encuentra el vértice geodésico llamado El Cejo.
Imagen hacia el Nord-Oeste.
Para proseguir con la ruta, ahora hay que descender campo a través por el cordal de la sierra que se dirige hacia el Sur-Este.
Aunque hay bastante vegetación, en su mayoría se trata de esparto y romero de pequeño tamaño, por lo que circular entre ellos no reviste apenas dificultad.
El descenso por el cordal termina al llegar al collado. Por él cruza un sendero que se convierte en camino de tierra. Hay que continuar hacia la izquierda.
El camino de tierra desciende lentamente.
Hasta que llega a un bancal de almendros que hay que cruzar. Para luego seguir por otro camino de tierra que desciende por el otro lado.
Se llegan a varias bifurcaciones que se solventan como se ve en el mapa, aunque siempre es la opción de la izquierda.
Se vuelve a pasar por bancales de almendros, como se ven escalonados, con grandes muros de piedras cuidadosamente apiladas.
En un principio, esta serie de bancales hay que ir cruzándolos en zigzag.
Más adelante aparece el camino de acceso por el que se continúa descendiendo.
El trasiego por este camino de tierra termina al llegar junto a un gran aljibe situado a la izquierda.
Desde el aljibe hay que retroceder un poco hacia la izquierda, buscando una pequeña presa construida en un barranquillo, para cruzarlo fácilmente.
Una vez en el otro lado se sigue un camino de tierra que llegaba a unos panales de abejas.
La pista forestal gira y empieza a subir la ladera de la sierra.
Está sube hasta que rodea la cabecera de un barranco. Cruza un paso abierto en el cordal de la sierra e inicia un suave descenso.
La pista forestal sigue discurriendo entre bancales de almendros cuidados y zonas de pinar.
Se sobrepasan algunos cruces como indica el mapa y se llega a un bancal donde termina. Hay que cruzarlo y al otro lado continúa, aunque al no usarse, se va reduciendo hasta convertirse en un sendero.
Más adelante va ensanchándose nuevamente hasta llegar al collado por el que se pasó anteriormente.
Ahora queda un descenso por una pista forestal muy degradada y prácticamente inutilizable para vehículos de cuatro ruedas.
Esta bajada termina por enlazar con el camino utilizado al principio de la ruta.
Al fondo se ve la Sierra del Cristo.
Ya solo queda repetir el mismo trazado en sentido inverso hasta volver al coche.
Ruta de 8,87 Km realizada en 170' el 21/01/2013
A diferencia de la Sierra del Cristo que tiene al Norte y la Sierra Escalona situada al Sur, con una configuración alargada y estrecha de Este a Oeste; la Sierra de Pujálvarez tiene una forma indeterminada, con una cara Oriental bastante inclinada en contrapartida con el resto que va descendiendo lentamente, ocupando un amplia área a pesar de su pequeña altura.
Posee un importante valor ecológico, en el que se combinan una agricultura sostenible de bancales de almendros de secano, ocupando la cuenca de sus numerosos barrancos, con pinares en las caras de umbría y monte-bajo en las de solana.
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Mapa ruta nº 148 Sierra de Pujálvarez
Mapa ruta nº 148 Sierra de Pujálvarez
Aunque hay bastantes entradas a lo largo de la carretera que recorre el Norte de la Sierra de Pujálvarez, la gran mayoría están cerradas por cadenas, excepto por el momento, la que accede al caserío abandonado de la finca de la Ermita de los Remedios.
Una vez aparcado el coche se cruza la carretera y se empieza a subir por un camino de tierra que aparece un poco más adelante.
El camino de tierra va subiendo hasta enlazar con una pista forestal que recorre toda esta ladera de la sierra. Al final de la jornada se volverá por un sedero que desciende, pero ahora se prosigue hacia la derecha.
Se continúa por ella hasta llegar a un cruce en el que una bifurcación prosigue al frente y aparece otra pista forestal a la izquierda.
Esta pista forestal va ascendiendo hasta que cruza un collado y empieza a descender junto a unos bancales abandonados.
Más adelante se empieza a subir siguiendo por la izquierda unos bancales trabajados plantados de almendros.
El objetivo es alcanzar el cordal de la sierra que corre a la izquierda, no existe ninguna senda definida, por tanto, en el momento que se vea claro, hay que iniciar el ascenso.
Esta ladera es la típica de cara de umbría, con bastantes pinos de mediano tamaño y un sotobosque tupido tan solo en algún punto, por lo que no es difícil de sortear.
Una vez en el cordal se descubren los inmensos campos de cítricos de la finca Los Canónigos.
No hay ningún problema para seguir esta cresta, que va subiendo lentamente y sin ninguna dificultad técnica.
Como se irá descubriendo más adelante, en esta sierra es muy común la caza de perdiz con reclamo.
Aunque hay de varias formas, esta de la imagen es la más elaborada vista hoy.
En primer término se ve el pulpitillo. Se trata de un apilamiento de piedras en forma de hito, para elevar la jaula con la perdiz del suelo y posteriormente se recubre y camufla con vegetación, con lo que sus congéneres tan solo oyen su canto, al que acuden.
Un poco más atrás se distingue el puesto de caza, normalmente construido con un apilamiento circular de piedras, camuflado con vegetación y ramas de pino, con una altura que permita esconderse al cazador, dejando al frente un pequeño hueco llamado tronera, por donde vigila el pulpitillo y se dispara sobre la perdiz que ha acudido al reclamo.
Fotografías de distintos puestos de caza y pulpitillos de esta sierra.
Imagen de la Sierra de Pujálvarez y los bancales de cítricos.
Se llega a un corte artificial en la cresta por donde cruza una pista forestal de una cara de la sierra a la otra.
Se baja a la pista forestal y se tiene por la cara Norte el camino por donde se regresará.
Para continuar ahora, se sube por donde se pueda a buscar nuevamente la cresta de la sierra.
Se sigue ascendiendo tranquilamente sin ninguna dificultad, en esta ocasión con una cara Oeste bastante pelada y una cara Este con bastante pinar.
Más adelante se llega a una zona despejada donde se alimenta, y se acechan principalmente a las perdices, en esta ocasión desde un puesto de caza en forma de pequeña cabaña de pales de madera, camuflados con vegetación de la zona y hojas de palmera.
Se continúa cresteando o por donde apetezca hasta llegar a un pico algo más pronunciado. Es mejor acometerlo rodeándolo por la derecha, por una especie de sendero que lleva hasta una zona despejada de vegetación por donde se puede subir trepando un poco.
Una vez arriba se tiene esta interesante vista de la Sierra de Pujálvarez.
Se prosigue por la cresta, sobrepasando algún collado, pero sin problemas.
A la izquierda de descubre el Embalse de la Pedrera.
A diferencia de la cara Oeste que cae bastante vertical y corta, la cara Este desciende más lentamente y cubre un terreno mucho más extenso, donde como se ve en la imagen, se combinan los bancales de almendros con los pinares.
En el punto más elevado de la Sierra de Pujálvarez (340 m.) se encuentra el vértice geodésico llamado El Cejo.
Imagen hacia el Nord-Oeste.
Para proseguir con la ruta, ahora hay que descender campo a través por el cordal de la sierra que se dirige hacia el Sur-Este.
Aunque hay bastante vegetación, en su mayoría se trata de esparto y romero de pequeño tamaño, por lo que circular entre ellos no reviste apenas dificultad.
El descenso por el cordal termina al llegar al collado. Por él cruza un sendero que se convierte en camino de tierra. Hay que continuar hacia la izquierda.
El camino de tierra desciende lentamente.
Hasta que llega a un bancal de almendros que hay que cruzar. Para luego seguir por otro camino de tierra que desciende por el otro lado.
Se llegan a varias bifurcaciones que se solventan como se ve en el mapa, aunque siempre es la opción de la izquierda.
Se vuelve a pasar por bancales de almendros, como se ven escalonados, con grandes muros de piedras cuidadosamente apiladas.
En un principio, esta serie de bancales hay que ir cruzándolos en zigzag.
Más adelante aparece el camino de acceso por el que se continúa descendiendo.
El trasiego por este camino de tierra termina al llegar junto a un gran aljibe situado a la izquierda.
Desde el aljibe hay que retroceder un poco hacia la izquierda, buscando una pequeña presa construida en un barranquillo, para cruzarlo fácilmente.
Una vez en el otro lado se sigue un camino de tierra que llegaba a unos panales de abejas.
La pista forestal gira y empieza a subir la ladera de la sierra.
Está sube hasta que rodea la cabecera de un barranco. Cruza un paso abierto en el cordal de la sierra e inicia un suave descenso.
La pista forestal sigue discurriendo entre bancales de almendros cuidados y zonas de pinar.
Se sobrepasan algunos cruces como indica el mapa y se llega a un bancal donde termina. Hay que cruzarlo y al otro lado continúa, aunque al no usarse, se va reduciendo hasta convertirse en un sendero.
Más adelante va ensanchándose nuevamente hasta llegar al collado por el que se pasó anteriormente.
Ahora queda un descenso por una pista forestal muy degradada y prácticamente inutilizable para vehículos de cuatro ruedas.
Esta bajada termina por enlazar con el camino utilizado al principio de la ruta.
Al fondo se ve la Sierra del Cristo.
Ya solo queda repetir el mismo trazado en sentido inverso hasta volver al coche.
Ruta de 8,87 Km realizada en 170' el 21/01/2013