PANTANO DE TIBI

HISTORIA DEL PANTANO DE TIBI

En esta ruta se visita el pantano, en uso, más antiguo de España.
Esta magnífica obra de la arquitectura renacentista de uso civil del siglo XVI, fue diseñada por Juanelo en 1580, para abastecer de agua la huerta alicantina, pero el encargado de su finalización fue el arquitecto Giovanni Battista Antonelli, en 1594, todo ello durante el reinado de Felipe II.

El mismo rey quedó maravillado de la impresionante obra de ingeniería, en forma de pirámide invertida, construida en este lugar, con una mampostería interior de cal y canto y un revestimiento exterior de sillares de piedra tallada. Con una altura media de unos 42 metros. La anchura del dique es de 9 metros en la base y 59 metros en la coronación. Y su espesor es de 33 metros en la base y de 20 metros en la parte superior.

A lo largo de su historia, ha sufrido algunas reconstrucciones por el efecto devastador de varias riadas que lo han afectado. Por eso la obra que existe actualmente, viendo su espesor, está sobredimensionada.

Hoy en día sigue almacenando el agua que le aporta el Río Verde, que aunque de una calidad más que aceptable, se corrompe hasta hacerla prácticamente inservible para el riego, al mezclarse con la gran cantidad de lodo que alberga el fondo del embalse. Esta situación resulta un tanto absurda, ya que con una adecuada limpieza de los lodos, abriendo la compuerta de la presa, se conseguiría tener una reserva de agua limpia, para usar en épocas de sequía como la que estamos viviendo.

Para ver el Río Verde y el agua embalsada, hay que acceder a una carretera con indicaciones desde el pueblo de Tibi.

Para llegar al punto indicado en el mapa, hay que salir a la urbanización Maigmó, llegando desde Alicante por la autovía que va hacia Alcoy. Junto a la gasolinera, hay una carretera con indicaciones que lleva al punto donde aparcar el coche.

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Mapa ruta nº 43 Pantano de Tibi

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Descripción de la ruta
Tras llegar al punto de partida, donde una puerta metálica corta el paso hacia la pared del Pantano de Tibi, se inicia la ruta en la dirección de las agujas del reloj, recorriendo parte del camino que se ha transitado con el coche, hasta llegar a otro camino de tierra a la derecha, que empieza a descender en dirección al embalse.

Esta es la parte final del pantano, en la que se puede apreciar que el agua está bastante oscura.
El camino de tierra desaparece en el agua, por lo que hay que abandonarlo y subir por una senda, la ladera de enfrente del Barranc de Ronesa.

Al llegar arriba, la senda desaparece y tras sobrepasar una casa que hay en la parte baja, junto al rio, hay que bajar por donde se puede, al camino de acceso que está más abajo.

Es aproximadamente el punto donde el agua del Río Verde se une al agua embalsada.
Al llegar al camino, se descubre un caudal de agua limpia, que mantiene el nivel del pantano al máximo, aunque sucio.

Este camino de tierra corre prácticamente por el cauce del Rio Verde y tras cruzarlo, se empieza a subir por la ladera; se continúa hasta llegar al cruce con un camino asfaltado, que llega desde Tibi y que termina en una casa abandonada que esta junto al agua del pantano.
Marchando por el camino asfaltado, se tienen estas vistas del agua embalsada.

Imagen de la casa, a la que se puede bajar para ver el embalse de Tibi.

Cuando termina el camino, hay que buscar hacia la izquierda, una senda que sube por la ladera hacia un collado, por el que se cruza hasta el otro lado de la montaña.
Se continúa por la misma senda, que ahora empieza a descender y llega, primero a un pequeño camino de tierra, que posteriormente desemboca en uno mayor, asfaltado, por el que se sigue hacia la derecha.

Vista durante la subida.

Como se ve en el mapa, este camino asfaltado se abandona por la derecha, al llegar a la entrada de un camino de tierra que es el acceso a una casa de campo, frente a la cual se pasa.

El camino que lleva hacia el Pantano de Tibi está cerrado con esta puerta metálica, que hay que salvar por un lateral, con cuidado.

Junto a la curva que hay frente a la puerta metálica, hay un pequeño mirador desde donde se tiene esta magnífica vista de la presa.

Hay una llamativa obra arquitectónica a la entrada del pantano.

Una estrecha senda lleva hacia la impresionante obra.


En la base de la presa, hay un par de túneles que se introducen hacia el interior; el de la derecha está cerrado con una verja y no se ve el fondo porque hace una curva hacia la izquierda, supongo que hacia el sistema de apertura de la compuerta.

Este es el otro túnel, el de la izquierda, que como se puede apreciar en la foto, nos muestra la extraordinaria profundidad de la base de esta obra de ingeniería.

Junto a la pared de la presa, existe una estrecha escalera, escavada en la roca, que lleva hasta la parte superior.

Al tiempo que se sube, se puede ver como la pared está cubierta de plantas, que la han poblado como si fuese una parte más de la montaña

Desde aquí arriba, se puede apreciar la enorme cantidad de bloques de piedra y mampostería que se utilizaron para la construcción de esta presa, teniendo en cuenta la relativa poca anchura que tiene de lado a lado.

Es un lugar muy frecuentado por toda clase de visitantes, tanto por su innegable valor histórico, como por su interés paisajístico.


Tras la visita, se vuelve al camino de tierra por el que se ha llegado y se continúa hacia la derecha, hasta llegar al punto de partida.











Ruta de 15,36 Km realizada en 240' el 06/03/2005