PANTANOS AMADORIO-RELLEU

En esta ruta se conocen los dos pantanos que tiene el pequeño Río Amadorio.

El primero, cuya presa llamada de Amadorio, se encuentra ubicada en el término municipal de La Vila Joiosa; fue terminado en 1957 y se trata de una presa de gravedad de 63 m. de altura y 318 m. de longitud de coronación, cuya capacidad de almacenamiento está cercana a los 16 hm3.

En segundo lugar el Pantano de Relleu, situado en el término municipal del mismo nombre.
En esta ocasión se trata de una auténtica joya de la ingeniería hidráulica, construido a finales del siglo XVI.
A pesar de que el Pantano de Tibi fue tomado como ejemplo, en el de Relleu se utilizó la novedosa técnica de la presa-bóveda, un tipo de construcción que permite equiparar y reducir el grosor del muro en toda su altura. Con una altura original de 28 m. y anchura de 40 m. en la corona, el espesor del muro es de tan solo 10 m. (con unas medidas similares, en el de Tibi el espesor es de 20 m. en la corona), ya que parte de la presión ejercida por el agua estancada se transmite a las paredes de roca de los laterales, donde descansa el arco formado por la presa. Su escasa capacidad (0,6 hm3) se ha visto reducida prácticamente a la nada por los sedimentos arrastrados por la frecuentes avenidas.

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Mapa ruta nº 85 Pantanos de Amadorio y de Relleu

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Descripción de la ruta

Cerca de la pared del Embalse del Amadorio, se han construido una serie de caminos y miradores para pasear y disfrutar de las vistas que ofrece esta zona.

El día de esta ruta se disfrutó de una espectacular “puesta” de Luna Llena tras la Serra del Pantà.

También se han restaurado los antiguos silos de cemento utilizados en la construcción de la presa.


Se inicia la ruta atravesando primero un túnel corto, luego sobre la pared del pantano (por cierto cerrado al tráfico de vehículos) y a continuación un túnel curvado algo mayor y con un par de miradores.

Desde los que se puede tener una magnífica vista sobre la presa.

Esta ladera se encuentra bastante poblada de pinos y es muy cómoda de recorrer por un camino asfaltado, pero sin coches, ya que es el acceso al pantano y está cortado por una barrera. Al llegar a esa bifurcación se desciende hacia la derecha y ya es posible encontrar tráfico.

En este punto se cruza sobre el Barranco de la Mola, que normalmente lleva agua.

Luego se continúa por el camino asfaltado, siguiendo el mapa, hasta alcanzar esta curva.

Tras la cual se encuentra a la izquierda la entrada a un camino de tierra por donde se sigue.

Al llegar esta curva es donde se deja el camino de tierra y empieza lo difícil, ya que hay que subir esta ladera en la que no se encuentra ninguna senda que sirva de referencia.
En la foto está marcado el itinerario seguido en esta ruta para alcanzar la cima.

Durante el ascenso por la torrentera, se encuentran un par de paredes por las que toca hacer escalada, no son muy complicadas, por lo que no es necesario llevar material.
Esta primera de la imagen hay que subirla haciendo zigzag hacia la izquierda y luego hacia la derecha, donde la inclinación es menor, permitiendo el acceso reptando sobre la roca.

La segunda pared es totalmente vertical, por lo que el acceso menos complicado se encuentra unos metros antes de llegar, sobre el lateral derecho.

Vista hacia atrás.

Una vez arriba, se continúa a la izquierda por la cresta de la sierra hasta llegar a un mirador, en el que se descubren una magnífica vista del Racó de Cortes y el semicírculo que crean sus acantilados.
Desde aquí ya se distingue la pista forestal que recorre toda la cumbre de la Serra del Pantà.

Ahora toca un buen tramo de pista forestal, que en unos lugares está despejada y en otras discurre entre zonas de pinar.

Como se ve en el mapa, después de recorrer toda la cresta de la sierra, en la última curva a la derecha y unos metros antes de llegar al final del camino, se empieza a descender por la izquierda

Si se sigue hasta el final del camino de tierra, se tienen estas impresionantes vistas, con la Serra d’Orxeta en primer plano y el Puig Campana tras ella.

Pronto se distingue la marca serpenteante de la vegetación que cubre los sedimentos que colman el vaso del Pantà de Relleu.
En esta bajada hasta la presa, tampoco existe ninguna senda, por lo que hay que buscar el camino a seguir por entre la espesa vegetación de esta cara de la umbría.

Cuando se llega a la Presa de Relleu, se encuentra a un lado lo que debería ser el embalse lleno de agua, pero en lugar de eso se descubre lleno de sedimentos cubiertos de una espesa capa de vegetación.

En cambio, al otro lado se divisa un espectacular desfiladero por el que discurre el Río Amadorio, encajonado por impresionantes paredes verticales de más de 100 m. que hicieron posible la construcción en este punto, de una presa con apenas 2 metros de anchura en la parte baja.


Desde la presa se coge una senda, que llega hasta un camino de tierra que sigue por esta cara de la sierra, cubierta con bastantes pinos.
En este tramo se tienen estas vistas de la agreste ladera por la que se acaba de bajar.

Cuando se alcanza un camino de tierra más transitado, se descubre que se ha estado caminando por una propiedad privada.

Al llegar a este cruce, en el que al frente se encuentra una casa de campo, hay que girar a la izquierda (como indica el mapa), ya que aunque no se distinga, el camino de servicio a los bancales superiores continúa por entre los almendros abandonados, en los que la vegetación a cubierto todo por igual.

Desde el collado se vuelve a descubrir el impresionante aspecto del Racò de Cortes, pero visto desde el otro extremo.
Ahora empieza el descenso por una senda.

La senda termina enlazando con un camino de tierra, que sigue descendiendo junto algunas viviendas, algunas habitadas y otras en ruinas como está, llamada la Casa de Cortes.

Más adelante se vuelve a descubrir que se ha estado andando, por unos caminos que se encuentran cerrados al paso por una cadena y un cartel de “Prohibido el Paso”.

Después de cruzar una pequeña urbanización, se llega hasta el camino asfaltado que se ha recorrido al principio y ahora en dirección contraria, se baja hasta el Barranc de la Mola, donde a medio día sí que apetece refrescarse la cara y las manos con el agua que baja por él.

El puente sobre el barranco es el punto más bajo de la ruta, ahora se vuelve a subir, en dirección al Pantano del Amadorio por esta poblada cara de la umbría del Alt de Peres.

Otra vista de la presa y de los silos en el camino de regreso.


Se vuelve a cruzar sobre la pared del pantano.

Cerca de la presa se encuentra una zona acondicionada con mesas y bancos, además de juegos para niños, todo ello con su correspondiente parking.


Ruta de 16,16 Km realizada en 360' el 03/11/2009