SERRA DE PELIGROS

Se trata de una ruta muy sencilla y a la vez instructiva por la Serra de Peligros, donde se visitan las antiguas canteras de donde se abastecieron de bloques de piedra los antiguos ilicitanos, para la construcción de los edificios más singulares de la ciudad e incluso fueron utilizados en el antiguo asentamiento de la Alcudia. También la piedra de donde salió la Dama de Elche procede de estas pequeñas sierras al Norte de Elx.

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Mapa ruta nº 129 Serra de Peligros

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Descripción de la ruta


Se puede iniciar la ruta dejando el coche a la entrada de la Urbanización Bonavista, en la cuneta que hay frente al Auto Centro Albadalejo.
Desde ahí se empieza a caminar por la carretera que sube hacia el Ferriol.

Inmediatamente se alcanza un barranco por el que se prosigue hacia la izquierda, siguiendo una senda perfectamente marcada por entre unos antiguos bancales en los que aún sobreviven varios algarrobos.

Finalmente se alcanza el cauce del barranco por el que se circula sin ninguna dificultad.
Primero sobre tierra y más adelante sobre roca donde la erosión del agua ha formado algunos canales y pequeñas pozas.
Se cruza sobre un camino asfaltado y el cauce del barranco se convierte en un cúmulo de grava.

Se terminan las viviendas a ambos lados del barranco y se empieza a adentrar en la Serra de Peligros, al tiempo que se pasa bajo una tubería de presión.

La vegetación hasta ahora es la típica de este territorio, muy árida y de pequeño tamaño, compuesta por plantas acostumbradas a las duras condiciones de sequedad y solana a la que están sometidas.
Pero en esta sierra se encuentran unas amplias áreas pobladas de pinos, cosa que resulta muy agradable.

Se llega a un sector en el que la grava que cubría el fondo del cauce ha desaparecido y asoma la roca desnuda que permite apreciar sobre ella, las marcas producidas por el desgaste del constante paso de carros cargados de sillares y piedras, sacados de las canteras que se encuentran un poco más adelante.

Por el aspecto tan erosionado del corte, algunas canteras muestran una existencia muy remota. Ya que de hecho, de esta sierra y de las colindantes Serra de l’Animeta al Oeste y Serra de les Pedreres al Este, salieron las piedras necesarias para la construcción de edificios importantes de la zona. Desde las utilizadas a partir del siglo IV en el antiguo asentamiento íbero de la Alcudia (germen de la actual Elx). Hasta algunos de los monumentos más importantes de Elche, cuyo máximo exponente es la Basílica de Santa María, terminada en 1784.

Imagen de otra gran cantera a la izquierda según se sube.

Siguiendo el cauce del barranco, se encuentra este curioso depósito de agua de pequeñas proporciones excavado en la roca.

Esta otra cantera se encuentra a la derecha.

Pasada ya la zona de las canteras, paralela al cauce del barranco aparece una senda que indica el camino a seguir al llegar a una bifurcación de este.

Termina la pinada y se sigue un sendero rodeado de unas laderas peladas.

Se vuelve a encontrar otro pinar y una pista forestal por la que se sigue recto hacia el Norte.


Finalmente termina la pista forestal y se inicia el ascenso, campo a través, siguiendo la cuerda de la sierra hacia su cumbre más elevada (313 metros).

Desde aquí, mirando hacia el Oeste sobre la Serra de l’Animeta, se descubre el triste panorama de un enorme embalse destinado a contener todo tipo de residuos urbanos, ya que es una ampliación del otro vertedero adyacente que ya se encuentra prácticamente lleno.

Vista hacia el Norte desde la cima hacia la Serra del Tabaiá, a cuyo pie se divisa otra cantera que destaca por su gran altura.

Mirando hacia el Sur, se divisa a la derecha el barranco por el que se ha subido y a la izquierda por el que se va a regresar.

Ahora toca un descenso campo a través, siguiendo una serie de pequeños montones de piedras que sirven de guía para alcanzar el cordal de la sierra.

Vista del sendero de regreso.

Se desciende por el cordal hasta encontrar un sendero que se adentra por el pinar.

El sendero se convierte en una pista forestal y en un momento dado pasa junto a un antiguo y profundo pozo.

Tras la visita al pozo, se prosigue la ruta por la pista forestal.

Finalmente se llega a la carretera del Ferriol, pero es preferible no llegar a ella y seguir una senda que sale hacia la izquierda, unos metros antes de alcanzar la cadena que cierra el paso.

Dicha senda lleva frente a otro camino de tierra al otro lado de la carretera.
Se pasa junto a la cadena que lo cierra y se continúa por él hasta que aparece a la izquierda una senda que sigue el cauce del barranco, ya que el susodicho camino llega hasta unas colmenas.

En este Barranco de San Antón son extremadamente visibles las marcas de los carros sobre el cauce rocoso.

El fondo rocoso desaparece y con él las marcas de los carros. Por lo demás, circular por aquí es un autentico paseo.

También se puede encontrar como curiosidad en el barranco un pozo, sellado con un carrito metálico de compra, que es en realidad una chimenea de ventilación de una galería subterránea de más de un centenar de metros, que recorre el subsuelo rocoso, con el objetivo de recoger un pequeño caudal de agua de filtraciones que en un principio se depositaba en un aljibe y que actualmente se recoge con una tubería.


Las laderas del barranco van disminuyendo y el cauce se llena de cañas y de algunos grupos de palmeras, hasta que es imposible circular por el fondo ya que la vegetación cierra el paso.
En ese momento hay que buscar una senda que lo abandona por la derecha y recorre unos antiguos bancales hasta que llega a la carretera del Ferriol, muy cerca de donde se ha iniciado la ruta.




Ruta de 7,50 Km realizada en 140' el 09/03/2012