La Sierra de la Madera es una pequeña elevación montañosa situada en el extremo Sur del Término Municipal de Aspe, aunque no independiente, ya que se trata de la prolongación final de la Sierra de Crevillente por su cara Nord-Oriental.
pincha aquí versión para imprimir
pincha aquí versión satélite WIKILOC
En el punto indicado en el mapa, se puede dejar el coche junto a la tapia de un grupo de chalets.
A los pocos metros, se desciende por un camino de tierra, cortado con una cadena, hacia el fondo del barranco.
El camino termina pronto y se continúa hacia la derecha por un sendero que se dirige hacia el lecho del barranco.
Encuentro con una culebra.
Se avanza sin dificultad.
Se llega a un punto en el que el sendero desaparece y se continúa, campo a través, siguiendo el cauce del pequeño barranco.
Pronto se llega a una serie de bancales escalonados con muros de piedras. Algunos con cierta dificultad y al no existir senda marcada, hay que avanzar por donde parezca más oportuno.
Dependiendo del estado de la vegetación, puede ser más o menos molesto, pero hay que ir atentos a la izquierda, donde se encuentra el principio de una senda que permite salir de los bancales.
La senda enlaza con una pista forestal por la que se prosigue la ruta.
Como esta zona es un coto de caza, existen varios corrales cerrados con tela metálica para la cría y posterior suelta de perdices y conejos.
Se avanza sin problemas por la pista forestal, solventando las bifurcaciones como indica el mapa.
Otro de los conjuntos habituales en los cotos, consistente en un comedero y un abrevadero.
En este punto se deja el camino principal y se gira a la izquierda por otra pista forestal secundaria.
Normalmente estas sierras son bastante áridas, y con escasa vegetación, aunque salpicada de pinos y algún eucalipto. Sin embargo en esta zona hay mucho pinar, aunque de pequeño porte.
La pista forestal termina, y empieza una senda que se dirige hacia los acantilados.
Como suele pasar en algunas zonas de acantilados, está prohibido pasar y por supuesto hacer escalada, en la temporada de cría de las aves que utilizan los recovecos de las paredes para nidificar. Este espacio de tiempo va del 01/ENERO al 30/JUNIO.
Un primer encuentro con el conjunto de acantilados que salpican esta zona.
Se sube hacia la parte superior de las paredes.
Luego se circula sobre ellas, a cierta distancia.
Otra imagen espectacular durante el recorrido sobre los acantilados.
En un punto donde se estrecha el paso, también aparece en el suelo un agujero muy peligroso. Hay que ir muy atentos, ya que aunque sea evidente su existencia, no se puede permitir el menor despiste o tropiezo.
Se llega a una pista forestal, donde la entrada a la senda está cortada con una fila de postes y una cuerda que los une.
También existe una señal de prohibido el paso a senderistas igual a la anteriormente vista.
La pista forestal se encuentra en muy buenas condiciones.
Cuando la pista forestal se acerca al borde de la sierra, permite disfrutar de unas impresionantes vistas sobre este paraje del extremo oriental de la Serra de Crevillent y de donde nace el Barranco de la Garganta.
La pista forestal sigue serpenteando y vuelve a girar sobre la ladera, lo que permite recrearse nuevamente con el paisaje.
Sobre la zona de El Romeral se tiene una vista similar a la anterior, de este enclave salpicado de paredes con nombre propio, como son, Castell Vell, Racó de la Palmereta, Les Ermitetes, El Frare, Les Moreres, Pla i Pico, etc.
Siguiendo las indicaciones del mapa, la pista forestal llega a un punto de inflexión en el que inicia un largo descenso.
Este punto es frontera entre los términos municipales de Crevillente y Aspe y a su vez, se encuentra en la cresta de la Sierra de la Madera.
Por ello, se inicia el recorrido por la Sierra de la Madera siguiendo la cresta hacia el Nord-Este. Con muy poco desnivel, alcanzando como máximo, apenas los 500 metros de altura.
No existe ningún sendero definido, pero no representa ninguna dificultad, ni molestia, circular sobre la sierra, ya que la vegetación es escasa y de pequeño tamaño.
Al sobrepasar el montículo que marca el final de la cumbre de la sierra, hay que dirigirse hacia la ladera de la izquierda.
Tomando como referencia el único pino destacable, hay que buscar una senda marcada que desciende por toda la ladera Norte.
Se llega hasta un cruce de sendas y se continúa descendiendo por la que sigue hacia la derecha.
La senda llega hasta la parte superior de unos enormes viveros. Siguiendo las indicaciones del mapa, se gira en varios cruces hasta pasar junto a un Club de Hípica.
Desde aquí, el camino asfaltado es la entrada a una finca particular, un poco más adelante cerrada por una cadena.
Sobrepasada la cadena, el camino asfaltado gira a la derecha, siendo el acceso a la casa.
Para importunar lo menos posible, se abandona, para seguir por la izquierda unos bancales plantados de olivos.
Al final de los bancales, se evidencia la existencia de una senda, bastante utilizada, que los abandona.
Como se puede ver, se trata de una senda muy usada que corre por el Barranc de Magresa.
Más adelante la senda se convierte en una pista forestal.
Hay que ir siguiendo las indicaciones del mapa para mantener el trazado correcto de esta ruta.
Al salir del interior de la sierra e iniciar el descenso, ya se distingue el Pantá de Crevillent en primer plano y las lagunas de El Fondo de Elx-Crevillent más atrás.
Otra imagen del Pantano de Crevillente.
A medida que se desciende, la pista forestal va degradándose, tanto que termina por ser casi impracticable para vehículos de cuatro ruedas.
La pista forestal llega a un punto en el que desaparece totalmente y se continúa por un sendero muy transitado.
Este sendero lleva directamente al camino asfaltado del principio y una vez en él, se recorren menos de 300 metros hacia la derecha para llegar al coche.
Ruta de 12,15 Km realizada en 200' el 03/07/2014
pincha aquí versión para imprimir
pincha aquí versión satélite WIKILOC
...
Mapa ruta nº 181 Sierra de la Madera
Mapa ruta nº 181 Sierra de la Madera
En el punto indicado en el mapa, se puede dejar el coche junto a la tapia de un grupo de chalets.
A los pocos metros, se desciende por un camino de tierra, cortado con una cadena, hacia el fondo del barranco.
El camino termina pronto y se continúa hacia la derecha por un sendero que se dirige hacia el lecho del barranco.
Encuentro con una culebra.
Se avanza sin dificultad.
Se llega a un punto en el que el sendero desaparece y se continúa, campo a través, siguiendo el cauce del pequeño barranco.
Pronto se llega a una serie de bancales escalonados con muros de piedras. Algunos con cierta dificultad y al no existir senda marcada, hay que avanzar por donde parezca más oportuno.
Dependiendo del estado de la vegetación, puede ser más o menos molesto, pero hay que ir atentos a la izquierda, donde se encuentra el principio de una senda que permite salir de los bancales.
La senda enlaza con una pista forestal por la que se prosigue la ruta.
Como esta zona es un coto de caza, existen varios corrales cerrados con tela metálica para la cría y posterior suelta de perdices y conejos.
Se avanza sin problemas por la pista forestal, solventando las bifurcaciones como indica el mapa.
Otro de los conjuntos habituales en los cotos, consistente en un comedero y un abrevadero.
En este punto se deja el camino principal y se gira a la izquierda por otra pista forestal secundaria.
Normalmente estas sierras son bastante áridas, y con escasa vegetación, aunque salpicada de pinos y algún eucalipto. Sin embargo en esta zona hay mucho pinar, aunque de pequeño porte.
La pista forestal termina, y empieza una senda que se dirige hacia los acantilados.
Como suele pasar en algunas zonas de acantilados, está prohibido pasar y por supuesto hacer escalada, en la temporada de cría de las aves que utilizan los recovecos de las paredes para nidificar. Este espacio de tiempo va del 01/ENERO al 30/JUNIO.
Un primer encuentro con el conjunto de acantilados que salpican esta zona.
Se sube hacia la parte superior de las paredes.
Luego se circula sobre ellas, a cierta distancia.
Otra imagen espectacular durante el recorrido sobre los acantilados.
En un punto donde se estrecha el paso, también aparece en el suelo un agujero muy peligroso. Hay que ir muy atentos, ya que aunque sea evidente su existencia, no se puede permitir el menor despiste o tropiezo.
Se llega a una pista forestal, donde la entrada a la senda está cortada con una fila de postes y una cuerda que los une.
También existe una señal de prohibido el paso a senderistas igual a la anteriormente vista.
La pista forestal se encuentra en muy buenas condiciones.
Cuando la pista forestal se acerca al borde de la sierra, permite disfrutar de unas impresionantes vistas sobre este paraje del extremo oriental de la Serra de Crevillent y de donde nace el Barranco de la Garganta.
La pista forestal sigue serpenteando y vuelve a girar sobre la ladera, lo que permite recrearse nuevamente con el paisaje.
Sobre la zona de El Romeral se tiene una vista similar a la anterior, de este enclave salpicado de paredes con nombre propio, como son, Castell Vell, Racó de la Palmereta, Les Ermitetes, El Frare, Les Moreres, Pla i Pico, etc.
Siguiendo las indicaciones del mapa, la pista forestal llega a un punto de inflexión en el que inicia un largo descenso.
Este punto es frontera entre los términos municipales de Crevillente y Aspe y a su vez, se encuentra en la cresta de la Sierra de la Madera.
Por ello, se inicia el recorrido por la Sierra de la Madera siguiendo la cresta hacia el Nord-Este. Con muy poco desnivel, alcanzando como máximo, apenas los 500 metros de altura.
No existe ningún sendero definido, pero no representa ninguna dificultad, ni molestia, circular sobre la sierra, ya que la vegetación es escasa y de pequeño tamaño.
Al sobrepasar el montículo que marca el final de la cumbre de la sierra, hay que dirigirse hacia la ladera de la izquierda.
Tomando como referencia el único pino destacable, hay que buscar una senda marcada que desciende por toda la ladera Norte.
Se llega hasta un cruce de sendas y se continúa descendiendo por la que sigue hacia la derecha.
La senda llega hasta la parte superior de unos enormes viveros. Siguiendo las indicaciones del mapa, se gira en varios cruces hasta pasar junto a un Club de Hípica.
Desde aquí, el camino asfaltado es la entrada a una finca particular, un poco más adelante cerrada por una cadena.
Sobrepasada la cadena, el camino asfaltado gira a la derecha, siendo el acceso a la casa.
Para importunar lo menos posible, se abandona, para seguir por la izquierda unos bancales plantados de olivos.
Al final de los bancales, se evidencia la existencia de una senda, bastante utilizada, que los abandona.
Como se puede ver, se trata de una senda muy usada que corre por el Barranc de Magresa.
Más adelante la senda se convierte en una pista forestal.
Hay que ir siguiendo las indicaciones del mapa para mantener el trazado correcto de esta ruta.
Al salir del interior de la sierra e iniciar el descenso, ya se distingue el Pantá de Crevillent en primer plano y las lagunas de El Fondo de Elx-Crevillent más atrás.
Otra imagen del Pantano de Crevillente.
A medida que se desciende, la pista forestal va degradándose, tanto que termina por ser casi impracticable para vehículos de cuatro ruedas.
La pista forestal llega a un punto en el que desaparece totalmente y se continúa por un sendero muy transitado.
Este sendero lleva directamente al camino asfaltado del principio y una vez en él, se recorren menos de 300 metros hacia la derecha para llegar al coche.
Ruta de 12,15 Km realizada en 200' el 03/07/2014