Situada en el extremo Sur del Término Municipal de Elx, la Serra del Molar es una tenue elevación del terreno, que ni tan siquiera llega a los 80 metros de altura sobre el nivel del mar, junto al que está situado. Aunque la mitad Sur-Occidental pertenece al Término Municipal de San Fulgencio, cosa muy evidente, ya que sin entrar en valoraciones sobre las políticas urbanísticas de cada municipio, esta parte está casi totalmente cubierta por la Urbanización Oasis.
Hasta el Siglo XVIII la Serra del Molar o Serra de la Marina, como también se le conoce al encontrarse en dicha pedanía de Elche, se le podía considerar casi una isla, al estar rodeada por agua. La más clara es su ladera Este que desciende hasta convertirse en playa frente al Mar Mediterráneo.
En la cara Norte también es apreciable la conexión entre zonas inundadas hoy en día como son El Fondo y las Salinas de Santa Pola e incluso el Hondico Amorós.
En épocas prehistóricas, existió un golfo por el que se adentraba el mar hasta cerca de Elche, entre la Serra del Molar y la Serra de Santa Pola. Posteriormente la plataforma continental iría elevándose hasta una altura similar a la del nivel del mar, con lo que el agua fue retirándose. Sin embargo el moderado pero constante aporte de agua del Río Vinalopó, en ocasiones muy grande producto de riadas, dejó este terreno convertido en un inmenso pantanal, conocido como l’Albufera d’Elx.
Algo parecido pasa en su vertiente Sur-Occidental, donde la amplia llanura de la Vega del Río Segura era una enorme zona de agua estancada.
Fue en el Siglo XVIII cuando bajo la influencia del Cardenal Belluga y el Marqués de Elche se acometen los trabajos de desecación, principalmente mediante la construcción de una intrincada red de grandes canales llamados Azarbes, de esta enorme zona pantanosa, difícil de cultivar y foco de muchas infecciones.
Con estos trabajos, esta zona quedó como una de las huertas más fértiles de la provincia, quedando como media a tan solo una decena de metros sobre el nivel del mar.
Es decir, que con la simple subida del nivel del mar de aproximadamente 10 metros, la Serra del Molar se convertiría en una isla.
Como se ve en el mapa, esta sierra sin apenas pendientes y una gran meseta superior, está recorrida por infinidad de caminos y senderos, con lo que la ruta aquí mostrada es una más de las innumerables variantes posibles de realizar para recorrerla.
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Se puede dejar el coche en una pequeña zona despejada junto a un camino de tierra que discurre pegado a una finca vallada donde se vende leña.
Desde aquí ya se distingue al fondo el altísimo vértice geodésico hacia el que hay que dirigirse para iniciar esta ruta.
En un principio se recorre un camino de tierra hasta llegar frente al Vértice Geodésico de La Plana. Ahora hay que ir hacia él cruzando entre la maleza.
Este debe ser de los vértices geodésicos de la red nacional más elevados artificialmente, ya que se encuentra situado sobre tres bases de hormigón que suman un total de 13 metros sobre el nivel del terreno.
Tras la visita, sin subirse ya que es una temeridad innecesaria, se prosigue por la pista forestal que corre hacia el Este, pegada al Pinar de la Plana.
Se enlaza con otra pista forestal que se adentra en el pinar y un cartel advierte de la prohibición de entrar con perros sueltos al tratarse de un coto privado de caza.
Prácticamente casi toda la Serra del Molar perteneciente al Término Municipal de Elx se encuentra cubierta de pinos, la mayoría fruto de una importante reforestación acaecida en los años 50 al ser declarada esta sierra como Monte de Utilidad Pública.
Sin embargo dependiendo de la zona en la que se encuentran, se han desarrollado de distinta manera, ya junto a las escasas precipitaciones y la poca pendiente de la zona Norte, haciendo prácticamente inexistente una zona de umbría, casi en ningún punto han llegado a desarrollarse ejemplares de gran envergadura.
Como curiosidad muy positiva, también hay carteles que indican las fechas y horarios en los que es peligroso circular por esta zona al tratarse de un coto de caza.
Sin opción a perdida, se llega a un cruce en el que se continúa hacia la izquierda y otro cartel indica que se abandona la zona de caza.
El camino de tierra pasa junto a unos bancales abandonados y al frente, una fila de pinos más grandes de los vistos hasta ahora, marcan que junto a ellos pasa el Canal del Progreso.
Se llega a un cruce y se gira a la izquierda por otro camino de tierra más ancho y mejor acondicionado, que más adelante pasa entre un grupo de chalets.
Pegado a la valla del último de ellos de la derecha, empieza un sendero por el que se prosigue la ruta.
El sendero lleva hasta un pequeño y despejado barranco en el que aparece un sendero a cada banda.
Da lo mismo por el que se siga, ya que los dos se unen un poco más adelante.
Al llegar al final del barranco se abren varios senderos, pero hay que seguir por el que aparece perpendicular al barranco hacia la derecha.
Este sendero recorre la parte superior de la sierra, la más expuesta a los rayos del Sol, lo que hace de esta zona la más árida y donde los pinos se han desarrollado más lentamente, apareciendo como simples arbustos, muy resecos y además castigados por las orugas de la “Procesionaria”, que en ejemplares tan débiles pueden llegar a matarlos.
Cualquiera que haya salido al monte al final del invierno o principio de primavera ha visto cerca de los pinos las curiosas filas o “procesiones” de orugas, cubiertas de pelos urticantes que pueden ser bastante molestos e incluso peligrosos, especialmente para niños o animales de compañía, curiosos por naturaleza.
Estas orugas se desplazan en esta formación, probablemente con motivo de aparentar ante sus depredadores otra cosa distinta o más amenazante, bien en busca de otro pino si han agotado las acículas (hojas de los pinos) en el que se encontraban o bien en busca de un lugar donde enterrarse y seguir con su ciclo vital y convertirse en crisálida.
Al llegar el verano las crisálidas eclosionan en forma de mariposas similares a las polillas, en pocos días se aparean, depositando las hembras los huevos junto a los brotes de las hojas de los pinos y mueren al igual que los machos.
Cuando eclosionan, las orugas hermanas forman el típico nido protector en forma de bolsa de seda que se ven en los pinos afectados. Estarán alimentándose en dicho pino hasta que llega el momento de descender toda la “familia” al suelo, formando la “procesión” que cierra su ciclo vital.
Se sigue el sendero según las indicaciones del mapa, ya que como se ve hay infinidad de cruces con otras sendas que recorren la sierra en todas direcciones.
Se enlaza con un camino de tierra que lleva hasta el cruce de la imagen, por donde se regresará más tarde por enfrente, pero ahora se gira a la derecha, donde se encuentra la señal de circulación prohibida a vehículos no autorizados.
Ahora toca un suave descenso por el camino de tierra hasta llegar cerca del final de la pinada, donde se ensancha un poco el camino hacia la derecha.
En ese mismo punto aparece un sendero a la izquierda, por el que se prosigue la ruta.
El largo sendero llega hasta una cadena que corta el acceso a vehículos y con ella a una pista forestal por la que se sigue hacia la derecha.
Se recorre la pista forestal poco tiempo, ya que al llegar a un pequeño badén se abandona al continuar por una senda que aparece a la izquierda.
La senda se adentra por el lecho de un pequeño barranco, gracias al cual la vegetación es más frondosa y los pinos tienen un mayor tamaño.
Se llega a un punto en el que el barranco se corta con un salto que hay que superar por cualquiera de las dos laderas.
En esta ocasión se ha seguido la de la izquierda y un poco más adelante se regresa al fondo del barranco.
Se unen las sendas de las dos laderas y el barranco se va ensanchando, rodeado como anteriormente con arbolado bastante grande.
Gracias a ello en esta zona se pueden observar ardillas.
Al llegar al final del barranco, se sigue el sendero de la izquierda de los dos que aparecen.
El sendero llega a una zona que más que bancales abandonados, es una enorme explanada con olivos y algún algarrobo.
Hay varios caminos por los que continuar hacia la izquierda, pero todos terminaran por unirse.
Como se ve en el mapa, se pasa junto al segundo de los vértices geodésicos que tiene esta modesta sierra. En esta ocasión se trata del Vértice de la Red Geodésica de Cuarto Orden de la Comunidad Valenciana llamado Oasis.
Según se ve hay gente muy aburrida que no tiene nada mejor que hacer y lo han arrancado de su posición, dejando tirado en la ladera.
Ya se han unido todos los caminos y se prosigue hacia el Sur en dirección a la urbanización.
Al llegar a los primeros chalets, se gira a la izquierda por la primera pista forestal que aparece, adentrándose nuevamente en la pinada.
Como se ve en el mapa, durante el recorrido por esta pista forestal, irán surgiendo a ambos lados algunos senderos antes de llegar al que hay que coger para continuar.
Durante el transcurso de esta ruta, han ido apareciendo en el suelo una serie de flechas amarillas (no tardaran mucho en borrarse), que por simple casualidad han coincidido con el trazado seguido hasta ahora.
Sin embargo en este punto, la ruta continúa por el sendero que se abre a la izquierda, aunque las flechas marquen a la derecha.
Ahora se sigue el trazado marcado por el mapa, en el que se encontraran varios cruces de sendas, para posteriormente seguir por otra serie de pistas forestales con distintas opciones.
Hasta que finalmente se llega al mismo cruce en el que anteriormente se tomó la opción de adentrarse por la pista forestal con la señal de circulación prohibida a vehículos no autorizados.
Se continúa hacia la derecha, nuevamente hacia la urbanización.
Como se ve en el mapa, al otro lado se encuentra la única porción de la Serra del Molar perteneciente al Término Municipal de San Fulgencio, libre de edificaciones.
Es la parte Sur de la zona denominada La Escuera, atravesada por el Barranc de l’Escuera o Barranco de las Cueras.
En este sector de la sierra existe un importante yacimiento arqueológico Íbero, además una serie de canteras, alguna de ellas explotadas desde esa misma época, donde se especializaron en sacar las piedras o muelas utilizadas en molinos y almazaras, cosa que probablemente originó el topónimo de esta sierra.
Un poco antes de llegar a los chalets, se sigue al frente por un sendero que aparece de una pequeña explanada junto a la izquierda del camino.
Este sendero también llega a muchas bifurcaciones y cruces, por lo que aunque la dirección correcta es evidente, hay que ir muy atentos al mapa.
Finalmente el sendero llega hasta un camino de tierra bien acondicionado y se prosigue hacia la izquierda.
Los pinos de esta zona son bastante grandes y tupidos, lo que facilita nuevamente la existencia de ardillas.
Se alcanza una bifurcación a la derecha y se sigue por esta pista forestal, nuevamente entre pinos de pequeño porte.
Definitivamente se sale del Pinar de la Plana, encontrando a la izquierda un sendero que lleva hacia el vértice geodésico que destaca en la lejanía.
Pero como es evidente, se sigue al frente por esta misma pista forestal que lleva directamente al punto donde se dejó el coche.
Ruta de 10,98 Km realizada en 160' el 08/05/2013
Hasta el Siglo XVIII la Serra del Molar o Serra de la Marina, como también se le conoce al encontrarse en dicha pedanía de Elche, se le podía considerar casi una isla, al estar rodeada por agua. La más clara es su ladera Este que desciende hasta convertirse en playa frente al Mar Mediterráneo.
En la cara Norte también es apreciable la conexión entre zonas inundadas hoy en día como son El Fondo y las Salinas de Santa Pola e incluso el Hondico Amorós.
En épocas prehistóricas, existió un golfo por el que se adentraba el mar hasta cerca de Elche, entre la Serra del Molar y la Serra de Santa Pola. Posteriormente la plataforma continental iría elevándose hasta una altura similar a la del nivel del mar, con lo que el agua fue retirándose. Sin embargo el moderado pero constante aporte de agua del Río Vinalopó, en ocasiones muy grande producto de riadas, dejó este terreno convertido en un inmenso pantanal, conocido como l’Albufera d’Elx.
Algo parecido pasa en su vertiente Sur-Occidental, donde la amplia llanura de la Vega del Río Segura era una enorme zona de agua estancada.
Fue en el Siglo XVIII cuando bajo la influencia del Cardenal Belluga y el Marqués de Elche se acometen los trabajos de desecación, principalmente mediante la construcción de una intrincada red de grandes canales llamados Azarbes, de esta enorme zona pantanosa, difícil de cultivar y foco de muchas infecciones.
Con estos trabajos, esta zona quedó como una de las huertas más fértiles de la provincia, quedando como media a tan solo una decena de metros sobre el nivel del mar.
Es decir, que con la simple subida del nivel del mar de aproximadamente 10 metros, la Serra del Molar se convertiría en una isla.
Como se ve en el mapa, esta sierra sin apenas pendientes y una gran meseta superior, está recorrida por infinidad de caminos y senderos, con lo que la ruta aquí mostrada es una más de las innumerables variantes posibles de realizar para recorrerla.
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Mapa ruta nº 152 Serra del Molar
Mapa ruta nº 152 Serra del Molar
Se puede dejar el coche en una pequeña zona despejada junto a un camino de tierra que discurre pegado a una finca vallada donde se vende leña.
Desde aquí ya se distingue al fondo el altísimo vértice geodésico hacia el que hay que dirigirse para iniciar esta ruta.
En un principio se recorre un camino de tierra hasta llegar frente al Vértice Geodésico de La Plana. Ahora hay que ir hacia él cruzando entre la maleza.
Este debe ser de los vértices geodésicos de la red nacional más elevados artificialmente, ya que se encuentra situado sobre tres bases de hormigón que suman un total de 13 metros sobre el nivel del terreno.
Tras la visita, sin subirse ya que es una temeridad innecesaria, se prosigue por la pista forestal que corre hacia el Este, pegada al Pinar de la Plana.
Se enlaza con otra pista forestal que se adentra en el pinar y un cartel advierte de la prohibición de entrar con perros sueltos al tratarse de un coto privado de caza.
Prácticamente casi toda la Serra del Molar perteneciente al Término Municipal de Elx se encuentra cubierta de pinos, la mayoría fruto de una importante reforestación acaecida en los años 50 al ser declarada esta sierra como Monte de Utilidad Pública.
Sin embargo dependiendo de la zona en la que se encuentran, se han desarrollado de distinta manera, ya junto a las escasas precipitaciones y la poca pendiente de la zona Norte, haciendo prácticamente inexistente una zona de umbría, casi en ningún punto han llegado a desarrollarse ejemplares de gran envergadura.
Como curiosidad muy positiva, también hay carteles que indican las fechas y horarios en los que es peligroso circular por esta zona al tratarse de un coto de caza.
Sin opción a perdida, se llega a un cruce en el que se continúa hacia la izquierda y otro cartel indica que se abandona la zona de caza.
El camino de tierra pasa junto a unos bancales abandonados y al frente, una fila de pinos más grandes de los vistos hasta ahora, marcan que junto a ellos pasa el Canal del Progreso.
Se llega a un cruce y se gira a la izquierda por otro camino de tierra más ancho y mejor acondicionado, que más adelante pasa entre un grupo de chalets.
Pegado a la valla del último de ellos de la derecha, empieza un sendero por el que se prosigue la ruta.
El sendero lleva hasta un pequeño y despejado barranco en el que aparece un sendero a cada banda.
Da lo mismo por el que se siga, ya que los dos se unen un poco más adelante.
Al llegar al final del barranco se abren varios senderos, pero hay que seguir por el que aparece perpendicular al barranco hacia la derecha.
Este sendero recorre la parte superior de la sierra, la más expuesta a los rayos del Sol, lo que hace de esta zona la más árida y donde los pinos se han desarrollado más lentamente, apareciendo como simples arbustos, muy resecos y además castigados por las orugas de la “Procesionaria”, que en ejemplares tan débiles pueden llegar a matarlos.
Cualquiera que haya salido al monte al final del invierno o principio de primavera ha visto cerca de los pinos las curiosas filas o “procesiones” de orugas, cubiertas de pelos urticantes que pueden ser bastante molestos e incluso peligrosos, especialmente para niños o animales de compañía, curiosos por naturaleza.
Estas orugas se desplazan en esta formación, probablemente con motivo de aparentar ante sus depredadores otra cosa distinta o más amenazante, bien en busca de otro pino si han agotado las acículas (hojas de los pinos) en el que se encontraban o bien en busca de un lugar donde enterrarse y seguir con su ciclo vital y convertirse en crisálida.
Al llegar el verano las crisálidas eclosionan en forma de mariposas similares a las polillas, en pocos días se aparean, depositando las hembras los huevos junto a los brotes de las hojas de los pinos y mueren al igual que los machos.
Cuando eclosionan, las orugas hermanas forman el típico nido protector en forma de bolsa de seda que se ven en los pinos afectados. Estarán alimentándose en dicho pino hasta que llega el momento de descender toda la “familia” al suelo, formando la “procesión” que cierra su ciclo vital.
Se sigue el sendero según las indicaciones del mapa, ya que como se ve hay infinidad de cruces con otras sendas que recorren la sierra en todas direcciones.
Se enlaza con un camino de tierra que lleva hasta el cruce de la imagen, por donde se regresará más tarde por enfrente, pero ahora se gira a la derecha, donde se encuentra la señal de circulación prohibida a vehículos no autorizados.
Ahora toca un suave descenso por el camino de tierra hasta llegar cerca del final de la pinada, donde se ensancha un poco el camino hacia la derecha.
En ese mismo punto aparece un sendero a la izquierda, por el que se prosigue la ruta.
El largo sendero llega hasta una cadena que corta el acceso a vehículos y con ella a una pista forestal por la que se sigue hacia la derecha.
Se recorre la pista forestal poco tiempo, ya que al llegar a un pequeño badén se abandona al continuar por una senda que aparece a la izquierda.
La senda se adentra por el lecho de un pequeño barranco, gracias al cual la vegetación es más frondosa y los pinos tienen un mayor tamaño.
Se llega a un punto en el que el barranco se corta con un salto que hay que superar por cualquiera de las dos laderas.
En esta ocasión se ha seguido la de la izquierda y un poco más adelante se regresa al fondo del barranco.
Se unen las sendas de las dos laderas y el barranco se va ensanchando, rodeado como anteriormente con arbolado bastante grande.
Gracias a ello en esta zona se pueden observar ardillas.
Al llegar al final del barranco, se sigue el sendero de la izquierda de los dos que aparecen.
El sendero llega a una zona que más que bancales abandonados, es una enorme explanada con olivos y algún algarrobo.
Hay varios caminos por los que continuar hacia la izquierda, pero todos terminaran por unirse.
Como se ve en el mapa, se pasa junto al segundo de los vértices geodésicos que tiene esta modesta sierra. En esta ocasión se trata del Vértice de la Red Geodésica de Cuarto Orden de la Comunidad Valenciana llamado Oasis.
Según se ve hay gente muy aburrida que no tiene nada mejor que hacer y lo han arrancado de su posición, dejando tirado en la ladera.
Ya se han unido todos los caminos y se prosigue hacia el Sur en dirección a la urbanización.
Al llegar a los primeros chalets, se gira a la izquierda por la primera pista forestal que aparece, adentrándose nuevamente en la pinada.
Como se ve en el mapa, durante el recorrido por esta pista forestal, irán surgiendo a ambos lados algunos senderos antes de llegar al que hay que coger para continuar.
Durante el transcurso de esta ruta, han ido apareciendo en el suelo una serie de flechas amarillas (no tardaran mucho en borrarse), que por simple casualidad han coincidido con el trazado seguido hasta ahora.
Sin embargo en este punto, la ruta continúa por el sendero que se abre a la izquierda, aunque las flechas marquen a la derecha.
Ahora se sigue el trazado marcado por el mapa, en el que se encontraran varios cruces de sendas, para posteriormente seguir por otra serie de pistas forestales con distintas opciones.
Hasta que finalmente se llega al mismo cruce en el que anteriormente se tomó la opción de adentrarse por la pista forestal con la señal de circulación prohibida a vehículos no autorizados.
Se continúa hacia la derecha, nuevamente hacia la urbanización.
Como se ve en el mapa, al otro lado se encuentra la única porción de la Serra del Molar perteneciente al Término Municipal de San Fulgencio, libre de edificaciones.
Es la parte Sur de la zona denominada La Escuera, atravesada por el Barranc de l’Escuera o Barranco de las Cueras.
En este sector de la sierra existe un importante yacimiento arqueológico Íbero, además una serie de canteras, alguna de ellas explotadas desde esa misma época, donde se especializaron en sacar las piedras o muelas utilizadas en molinos y almazaras, cosa que probablemente originó el topónimo de esta sierra.
Un poco antes de llegar a los chalets, se sigue al frente por un sendero que aparece de una pequeña explanada junto a la izquierda del camino.
Este sendero también llega a muchas bifurcaciones y cruces, por lo que aunque la dirección correcta es evidente, hay que ir muy atentos al mapa.
Finalmente el sendero llega hasta un camino de tierra bien acondicionado y se prosigue hacia la izquierda.
Los pinos de esta zona son bastante grandes y tupidos, lo que facilita nuevamente la existencia de ardillas.
Se alcanza una bifurcación a la derecha y se sigue por esta pista forestal, nuevamente entre pinos de pequeño porte.
Definitivamente se sale del Pinar de la Plana, encontrando a la izquierda un sendero que lleva hacia el vértice geodésico que destaca en la lejanía.
Pero como es evidente, se sigue al frente por esta misma pista forestal que lleva directamente al punto donde se dejó el coche.
Ruta de 10,98 Km realizada en 160' el 08/05/2013